domingo, 17 de mayo de 2015

2012-XVI PREGÓN DE PASIÓN. Antonio Olmedo Caro.

Pronunciado por Don Antonio Olmedo Caro.

Presentado por Don Francisco Manuel Caro Caro.

Parroquia Nuestra Señora del Rosario.

EL RUBIO, SEMANA MAYOR 2012

XIX PREGÓN DE PASIÓN

Reverendo  Sr. Cura Párroco y Director Espiritual.
Sra. Alcaldesa del Excmo. Ayuntamiento de El Rubio.
Ilustrísimos Hermanos Mayores de las Hermandades de Penitencia y Gloria.
Queridos paisanos, amigos todos.
          
Quiero comenzar este pregón, que es un pedacito de mi vida y de mi corazón pero no quiero llamarle pregón, así que, con vuestro permiso, le voy a llamar vivencias y sentimientos. Porque son vivencias y sentimientos que he vivido a lo largo de mi vida aquí en El Rubio, rodeado de mis paisanos los rubeños, en nuestra Semana Santa.
Tengo el deber y el deseo, de comenzar agradeciendo a las hermandades que me hayan brindado la oportunidad de poder estar pregonando en el altar y  que mis palabras se oigan en nuestra preciosa iglesia de Ntra. Sra. del Rosario, aunque sean leídas por otra persona que no soy yo,  a la cual le estoy muy agradecido porque estoy seguro que esa persona las leerá con el mismo amor y el mismo sentimiento con que yo las escribí. Asimismo, quiero agradecer a Fco. Manuel Caro, mi presentador, las bonitas palabras que me ha dedicado; sin duda, se ha dejado llevar por el cariño que me tiene.  Igualmente, quiero agradecerle a mi buena amiga Lolita su apoyo que ha hecho posible que esto suceda.
Tengo el honor de ser hermano de tres hermandades: de la Hdad. del Stmo. Cristo de la Salud, de la Hdad. de Ntro. Padre Jesús Nazareno y María Sma. de la Esperanza y de la Hdad. de la Virgen del Rosario. A esta última, desde los nueve ó diez años y fue la primera hermandad a la que pertenecí.
Mi primera romería, fue en el vientre de mi madre y en el camión de mi querida amiga y vecina Elena. Sinceramente, no me acuerdo cuando fue mi primera romería ya nacido, lo que si recuerdo es el amor que sentía hacia la Virgen del Rosario y que ese amor infantil, todavía lo mantengo en mi corazón.
Recuerdo las veces que lloré por dentro, de emoción, las noches en vela, el nerviosismo porque se estaba aproximando la hora de oír los cohetes y las campanas anunciando su salida, el olor a rosas, a nardos y a claveles que  perfuman y adornan su carreta,  la gente a su alrededor cantando y bailando sevillanas, las misas en la ermita y el coro cantando la preciosa salve. Tengo algunos trofeos por asistir a la romería todos los años.
A la Virgen del Rosario,  Madre y Patrona de El Rubio.

Bendita sea tu pureza
por siempre seas bendita,
dame fortaleza eterna
para seguirte a tu ermita.

Yo te rezaré oraciones
hasta tu casa en el cerro
y que nunca me abandonen
estos bonitos recuerdos.

Te cantaremos la Salve
al  salir por la mañana,
que el rezo se haga cante
y la oración, sevillana.


En mi niñez y adolescencia, venía con mi madre a los triduos y recuerdo que,  al entrar en la iglesia, siempre mojaba sus dedos en la pila de agua bendita y me hacía la señal de la cruz en la frente. Casi siempre, nos sentábamos en los bancos que hay a la derecha del altar y cuando se terminaba los triduos, nos acercábamos a ver las imágenes que ya estaban puestas en los pasos.
Estos recuerdos, me gustaría guardarlos bajo siete llaves para no perderlos nunca. Lo que más me gusta de este pueblo es que todas las hermandades están unidas, que no pasa como  en otros pueblos o ciudades que tienen una cierta “rivalidad”; pues yo creo que en El Rubio hay una sola hermandad con seis imágenes y que todo el pueblo sentimos el mismo fervor y la misma devoción tanto por una, como  por la otra.


Recuerdos que van y vienen
de mi infancia hasta el presente.
        Niño pequeño que sueña
con una madre tan buena
que siempre tengo en mi mente.
Recuerdos que van y vienen.
Ensoñación penitente,
de recuerdos y de sueños,
cosas de niño pequeño.
Tiempo que nadie detiene.

Recuerdo cuando me sacaba de paseo, aquellos viajes tan largos a Sevilla y hacer gimnasia todos los días. Su actitud siempre positiva aunque estuviese muriéndose de pena por dentro. 

Recuerdos que van y vienen.
Recuerdos que tendré siempre.
De  madre hacendosa y buena
que guardándose su pena,
yo siempre tengo presente


Mi querida primavera, no sé como explicarte lo que siento por tí pero lo voy a intentar. Eres la hermana efímera de mi amada Andalucía, eres el complemento perfecto de esta tierra mía, a veces cálida y a veces  fría, pero siempre hermosa.  Llenas esta tierra  de bonitos colores y de intensos olores  y la envuelves con un manto mágico que se extiende todo verde,  adornado con margaritas de pétalos blancos, de flores amarillas y amapolas rojas.
Juntas paseáis por las calles que forman las casas blancas de nuestra tierra, casas blancas que también son vuestras y todos los que os vemos pasear, nos enamoramos de vosotras, pero seguís caminando exhibiendo vuestra belleza por las calles  de cualquier pueblo, ciudad o aldea.
Las hermanas primavera y Andalucía, siempre que se visitan se hacen regalos mutuos y muy hermosos, primavera los que ya he mencionado antes y Andalucía le corresponde, entre otros, rememorando la pasión de Ntro. Señor y la devoción por la Semana Santa. Desde su omnipresencia, disfrutan todas las procesiones que hay bajo el cielo de Andalucía, a la vez que sufren, y digo bien sufren, porque para  un buen cristiano la Semana Santa no es para disfrutar, es para reflexionar sobre la vida, de cómo debería  ser la conducta de un buen cristiano, lleno de amor fraterno, para facilitar la vida a los mas débiles y que se refleja en estas fechas sacando los pasos a la calle y adorando a las divinas imágenes  que nos desgarran el alma sólo con mirarlas.

En mi pueblo hay un palacio
donde viven un Rey y una Reina.
Ese palacio lleva por nombre
Iglesia parroquial Virgen de Rosario.
Es la casa de todos los rubeños
 y de nuestro visitantes.
 Aquí les rezamos.
 Les lloramos y les cantamos
 Todos los años les sacamos
a recorrer El Rubio
 son unos de los momentos más bello de mí pueblo.
Sus grandes puertas se abren de par en par
y podemos ver al fondo su espléndido altar.
Altar que preside nuestra patrona la Virgen del Rosario.
Y veremos aparecer a las tres hermandades que forman parte de la Semana Santa rubeña, cinco estandartes y la Semana Santa da comienzo.


Hay en mi pueblo un palacio
abierto de par en par
donde puedes visitar
a la Virgen del Rosario.

Cuatro campanas nos llaman
para recorrer las calles
entre vítores y salves
de este pueblo que te aclama.

Casa abierta de oración,
lugar de recogimiento,
de rezos y sentimientos
que salen del corazón.
La noche del Miércoles Santo se va rezando y mirando hacia atrás para ver salir de la iglesia de Ntra. Señora del Rosario a Cristo recién muerto. Y sin perder ni una milésima de segundo llega también rezando, el Jueves Santo que en el transcurso de su madrugada nos acompañará en el recorrido, esto es la esencia de la Semana Santa rubeña.

Stmo. Cristo de la Salud. 
Mi encuentro con Él fue a través de mi madre, pues ella llevaba algunos años asistiendo a la procesión y un año me animé a ir con ella,  me enamoré de la experiencia vivida,  para mí esas tres o cuatro horas que estamos en la calle rezando en voz baja y cantando no tienen precio, a veces parece que somos una sola voz, un solo sentimiento, todo transcurre bajo un manto de estrellas y hasta puede ser que los corazones de las personas que participan en esa procesión palpiten a un mismo ritmo, un ritmo pausado y tranquilo. Las estrellas  y la luna son unas hermanas más que nos acompañan.
 Recuerdo el primer año que alumbré en esta procesión, yo iba con un cirio normal, me puse perdido de cera, cuando llegamos a casa mi madre se me queda mirando y me dijo: “Antonio, el año que viene tendremos que buscar otra manera de que vayas  alumbrando, pero sin mancharte tanto”. Al año siguiente, llevaba un cirio de pilas, que me hizo mi amigo Carlos y el cual espero poder llevar, si Dios quiere, otra vez este año
Aunque a veces, he faltado a esta procesión, he estado ahí de corazón y alma, aunque no se me viese físicamente. Es una procesión muy singular en la  que cualquier hermano o hermana   puede ser costalero por unos minutos y sentir el peso de la Cruz sobre sus hombros.
Queremos sentir el peso de la cruz del Stmo. Cristo de la Salud sobre nuestros hombros, cargarla por casi todo el pueblo, proclamando su muerte pero también su victoria, una victoria conseguida con su sangre, una victoria conseguida con sus lágrimas, pero fue su victoria. Porque a pesar de todo, Tú estás presente siempre en nuestros corazones.


¡Silencio!
Que Jesús va  en la cruz
que no se oiga nada,
solamente,
 la suave música de las voces  que rezan.
 Mientras  rezan le dan vida.
Mientras rezan calman su dolor.
Jesús, muerto en la cruz,
anda vivo por las calles de mi  pueblo.
 Jesús muerto, revive en El Rubio.
Mientras que mi pueblo le recuerde
Jesús de Nazaret nunca morirá.



Y cuando se encierra el Stmo. Cristo de la Salud, las dos hermanas, primavera y Andalucía, desconsoladamente lloran. Sus lágrimas son el rocío del amanecer del Jueves Santo, el rocío que moja y bendice los campos y los olivares.


Que todos guarden silencio,
que viene Cristo en la cruz,
que lo llevamos rubeños
que en la memoria queremos
que siempre viva Jesús.

Pecados que serán perdonados por tu benevolencia.    
Aquí entre estas casas limpias y abiertas
 donde vivimos los rubeños, tus hijos,
 que lloramos tu muerte cada año en esta noche.

Y los rubeños lloramos
entre casas blanqueadas,
el miércoles, madrugada,
mientras en los hombros cargamos
la cruz de nuestros pecados.



 La tarde del Jueves Santo las puertas de la iglesia de Ntra. Sra. del Rosario se abren de par en par  anunciando la salida del Rey del amor, que se vio castigado por proclamar a los cuatro vientos que Él era el rey del mundo, un mundo esclavizado por unos pocos. Él era un rey que no quería ni esclavos ni joyas,  sólo quería hablar de amor entre los seres humanos y de libertad, una libertad que no existía y que todavía, en estos tiempos, en algunos lugares sigue sin existir.
 Pero las personas no importan, a veces, parece que esa gente pobre,  enferma y sin libertad, no importan, son actores secundarios para todo el mundo,  ni a los poderosos ni a nadie les importa que esta pobre gente se muera de hambre, de sed o de enfermedades que son fácilmente curables y prefieren emular a Pilatos lavándose las manos. No les importa que Jesús  muera de hambre, de sed o enfermo porque Jesús está dentro de cada ser y si abandonamos a esas personas también estamos abandonando a Jesús.
        Esta vez ese mensaje de amor y de libertad lo dará ayudado por los ciudadanos de El Rubio y aquí en El Rubio. Él era un revolucionario que sólo hablaba de amor, de ser hermanos, de una hermandad que estuviese liderada por la aceptación de las diferencias humanas donde negros, gitanos, blancos, hombres y mujeres formarían una especie humana única, mas allá de los perjuicios actuales de los hombres, más allá de las distintas razas, una humanidad donde predominarían las leyes y las enseñanzas que recibimos de Cristo.
Jesús nos pide que seamos esos hombres y mujeres que él quería crear. Pero yo creo que esa raza ya no es posible. Y que tales enseñanzas se están perdiendo. Se pierde un poco más con cada niño que muere hambre o es maltratado y nosotros no hacemos nada. Esas enseñanzas se pierden cada vez que nos quejamos teniéndolo todo y cada vez que un pobre llega a nuestra casa pidiendo una limosna y no le damos ni un mendrugo de pan porque es posible que esa persona, a la que hemos negado, sea Cristo.


Verte,
quiero verte pasar por mi calle
con esa figura tan elegante,
quiero ver  tu túnica morada,
ver que haces una parada,
porque esa parada quiere decir
que estarás más tiempo con nosotros.
y abrirte la puerta de mi casa de  par en par
para que al pasar
entre tu grandeza y la bendigas.


Yo siempre he querido ser costalero de Ntro. Padre Jesús Nazareno lo cual por razones obvias no pude ser. Yo hubiese querido meterme bajo  las trabajaderas para llevar al Padre de El Rubio por sus calles.
 Para mí, los costaleros, mientras están debajo del paso, son un mismo cuerpo y un corazón. Un corazón que ama y venera a su imagen. Los costaleros son sus pies y el capataz los ojos que dirigen el caminar de lo costaleros. Cuando yo iba detrás de los pasos siempre iba mirando hacia abajo por que me gustaba verles los pies a los costaleros y me imaginaba a mi mismo ahí debajo de un paso, con el amor que le tiene un hijo a una madre o a un padre.
 Quizás uno de los momentos más emocionante y más especial  de toda la procesión es la salida y la entrada de la iglesia, donde se tiene que hacer el mayor esfuerzo y voluntad, es uno de los momentos cumbre de la procesión, ahí es cuando los costaleros se lucen y “sufren más” porque intentarán que los pasos acaricien el cielo luminoso de El Rubio y mecer a la Virgen como una madre mece a su hijo para se tranquilice. A pasito lento lo llevan a Él y a la Virgen de la Esperanza, que nos da ganas para vivir, amar y seguir adelante. Su cara se ve muchísimo más hermosa que cuando está en la iglesia. Es como si la noche mandase a su estrella más hermosa a iluminar su cara, y la estrella, escondida en un rinconcito bajo el palio,  la ilumina y la embellece con su luz.
 Un Jueves donde el atardecer es más luminoso porque  el Sol no quiere faltar ni un año a la cita con Nuestro Padre Jesús Nazareno ni con su Madre, se siente un rubeño más con una vista privilegiada desde el cielo, que se engalana con su azul más hermoso para que Ntro. Padre Jesús lo vea, un intenso atardecer  para verlo subir por la cuesta Tahona. ¡Que buen trabajo!  Pero un trabajo hecho con amor no cuesta nada y yo estoy seguro que los costaleros de Ntro. Padre Jesús y la Virgen de la Esperanza los llevan como si fuesen plumas.
Tanto Jesús como la Virgen, por donde pasan, tienen las puertas de las casa abiertas de par en par. Puertas donde siempre hay amor. Fachadas recién blanqueadas para que Ellos las vean bonitas, algunas engalanadas en su honor. A su paso las bendicen con su sola presencia. A su paso la gente les pide salud y esperanza, para que el año venidero sea mejor para ellos y sus familiares.




Caminas por las calles
de El Rubio dando esperanzas.
Por donde pasas,
cambias el dolor de los corazones
que te aman en esperanza,
aunque  estén rotos y doloridos.
 Tú, Señora mía, nos
das  la alegría de poder verte unas
horas en nuestras calles,
Porque eres, mi Señora, la
más bella de las señoras.


 El paso de la Virgen de la Esperanza es guiado por su capataz, mi querido amigo Salomón que pone todo el amor que hay en su corazón, en ese corazón tan enorme que él tiene en su pecho. Cada año vive apasionadamente su misión de guiar a los costaleros por nuestras calles. Y tiene el detalle  de que al pasar la Virgen de la Esperanza por mi puerta se detiene justo enfrente, coge una rosa blanca, me la trae  y me la entrega personalmente.
Desde lo alto de cuesta Tahona ver a la Virgen de la Esperanza es lo más grandioso que se puede contemplar, es como si estuviese cara a cara con ella, a mí particularmente me da esa sensación. Cuando los costaleros la cuadran para empezar a subir la cuesta, mirándola desde arriba, si extendemos los brazos se podría acariciar su hermoso rostro y limpiarle las lagrimas.  Entre nardos, rosas blancas y velas se puede ver la preciosa cara de la Virgen de la Esperanza.
Para mí ver y estar con Ntro. Padre Jesús Nazareno es un momento especial, porque yo creo que ser católico significa sacrificio, ser cristiano es olvidarse de uno mismo para darse a los demás, yo siempre he pensado, que el mejor rezo que se puede hacer a nuestro Señor es ayudar a alguien que lo necesite. Un ejemplo sublime es el propio Jesús que aún sabiendo el riesgo que corría siguió predicando su mensaje. Un mensaje  que decía que todos los seres humanos somos hermanos, hijos de un mismo Padre, ricos y pobres, mujeres y hombres y fuesen de la raza que fuesen, porque todos proveníamos del amor de Dios pero algunos hicieron oídos sordos porque no les convenía escuchar lo que les decía Jesús y lo tacharon de alborotador, un alborotador que hablaba de amor, un alborotador que enseña a rezar a los pobres, a delincuentes y a prostitutas, un alborotador que pedía a los ricos repartir y compartir sus riquezas entre los pobres por que allí donde irán al final de su vidas no le harán falta esas riquezas.
A Jesús no hay que buscarlo en la riqueza o en los palacios, ni rodeado de joyas, ni en las cosas grandes y lujosas, a Jesús hay que buscarlo en la sonrisa de un niño, en el trino de un pájaro, en la mirada cansada de un anciano, en un abrazo sincero de un amigo o en el amor de una madre hacia sus hijos, ahí es donde podemos encontrarnos con nuestro señor.



Por mi calle viene.
Ya suenan tambores y trompetas.
Abre la puerta de par en par,
porque hoy es  noche de Jueves Santo
y Jesús va a pasar.
 Pero no vendrá solo, vendrá rodeado
de gente que lo quieren y creen en
su verdad.
¡Rubeños!  no dejarlo solo.
¡Rubeños!  creed en Él. 
Porque esa cruz
que lleva sobre sus hombros
 también nuestra es.



El Viernes Santo, por última vez, las puertas de la iglesia de Ntra. Sra. del Rosario se abren para que mi pueblo llore por sus calles la muerte de Ntro. Señor Jesucristo. Cada rubeño y cada rubeña  se convierte en acompañante  de la Virgen de los Dolores que va llorando. Cada uno de nosotros quisiéramos ser ese precioso pañuelo que va entre sus manos y donde se seca las lagrimas de sus hermosos ojos, unos ojos que miran sin resentimientos, ojos que ruegan perdón para los que mataron a su hijo, sin palabras sólo con su dulce mirada, unos ojos que son dos  perlas preciosas recién sacadas de lo más profundo del mar y depositadas en tu cara, todos quisiéramos ser ese rosario que, en las manos, te sirve para sobrellevar la pena que hay en tu pecho, oír los latidos de tu corazón y sentir el calor que Él sentía cuando de niño se acurrucaba en su pecho y se sentía protegido.
 Si prestamos atención en algunos de los momentos en que la música que va acompañando a la Virgen de los Dolores deja de sonar oiremos su llanto, un llanto lleno de amargura que  se refleja en su rostro.




Tú eres Dolores.
tienes la cara bonita como las flores.
aunque la tengas triste y llorosa
tu cara es la más hermosa.
¿Dónde vas tan bella con esa
tristeza en tu rostro?
¿Qué puñal atraviesa tu corazón?
Vas detrás de tu hijo amado,
 que te lo han matado
sin motivo ni razón.


Virgen Stma. de los Dolores déjanos consolarte con nuestra compañía,  déjanos acompañarte en tu llanto, déjanos que lloremos contigo,  porque no estás sola con tu pena,  tienes a los hombres y mujeres de El Rubio que te queremos y te adoramos, no llorarás sola Dolores, nunca llorarás sola.

Ya viene la Virgen de los Dolores
ya viene porque es Viernes Santo
 y viene con el quebranto
de haber perdido a su Hijo
muerto en la cruz
y nos alumbras con esa luz
que hay en tu mirada,
y este pueblo que te ama tanto
va haciendo caminitos de cera,  a tu vera,
caminos  de gracias y peticiones,
mías y de mis hermanos 
con la seguridad de que  tu Hijo, muerto, las oirá.

               El cuerpo, sin vida de Jesús, sigue hablando de amor, inerte dentro del sepulcro y muerto, en nuestras calles y en nuestros corazones nos sigue hablando de amor fraterno y de paz con la esperanza de que tarde o temprano nos daremos cuenta de que la única manera de llegar hasta Él es siendo humildes, esa humildad que a Él le sobraba y que a nosotros nos falta, pero Él es paciente y sabrá esperar  que encontremos su camino, ese camino de verdad y vida  lleno de pétalos de amor y  de dulzura de la flor de su corazón.  Ese camino será nuestra salvación, Él nos está llamando pero nosotros, a veces, quizás demasiadas veces, no lo queremos escuchar como aquellos que lo sentenciaron y lo crucificaron.
 En el silencio del Viernes Santo se puede  oír el llanto desgarrador de la luna y las estrellas que están aún más brillantes que otras noches porque al llorar se mojan y se empapan en sus propias lágrimas.


Los costaleros son los
pies de tu imagen que
yace  inerte en El Rubio,
Pies que andan anunciando tu vida,
estando  muerto, pies que vuelan
sin alas, lentos, porque tú eres la energía
que los hace volar.

Los rubeños guardamos silencio al paso del Santo Entierro de Cristo, un respetuoso y profundo silencio, en el que se puede escuchar el suave roce de los pies de los costaleros sobre el asfalto de las calles, un silencio que nos quiebra el alma y nos duele. Pero ese dolor  lo sentimos más tenue cuando estamos embelesados mirándote,  después, cuando te dejamos en tu altar y nos vamos todos a casa, sentimos el chasquido que nos ha producido ese dolor.

Y resultaste vencedor de la muerte.
 Demostraste al mundo
que eras el Hijo de Dios.
Y subiste al cielo y demostraste
que Tú, el Padre y el Espíritu Santo
 erais uno.
Erais amor, erais piedad.
Luz para los que no ven
 pies para los que no andan,
amparo para los desamparados,
riqueza para los pobres
Erais la vida misma
y  fuera de vosotros no hay nada.
La Semana Santa de este pueblo es una de las cosas  que más une a todos los rubeños, seguramente habrá otros pueblos donde la Semana Santa sea más larga, y las imágenes sean mas grandiosas, pero no creo que haya otro pueblo que viva la conmemoración de la Muerte y Resurrección de Ntro. Señor con más amor ni más devoción que aquí. Y eso se puede ver en el ambiente de los días previos a la salida del primer paso  del Stmo. Cristo de la Salud,
 Todo el pueblo está con los preparativos: las túnicas de penitentes, las velas de las personas que tienen la promesa de ir alumbrando alguna noche, los costaleros con sus ensayos, los triduos. En El Rubio se percibe y se huele en el ambiente ese perfume a Semana Santa, en cada rincón de este pueblo hay algún tipo de movimiento relacionado con estas fechas y eso  engrandece a la Semana Santa de El Rubio.
La gran responsabilidad de lo que está ocurriendo  la tiene la familia. La familia hace que el niño, desde  pequeño, viva, sienta, vea y huela, una vez al año, la Semana Santa. La familia es la semilla que hay que seguir cuidando y alimentando para que esta conmemoración de la muerte y resurrección de Ntro. Señor Jesucristo siga adelante en nuestro pueblo y si puede ser que  cada año sea más grande, que crezca a la par de los niños de nuestro pueblo porque esa será la señal que ellos han tomado la iniciativa y se han dejado guiar por el buen saber de los mayores que tienen más experiencia tanto en esto como en todo en la vida.



Desde mi  corazón para María

Te pongan el nombre que te pongan,
 tu eres María buena y dulce
María de los  Dolores, María  de la Esperanza.
María apenada, María muerta en vida sin saber de tu hijo,
María tierna, María la que siente el peso de la cruz sin llevarla,
María la que siente dolor en la palma de las manos sólo con ver clavarle los clavos a su Hijo en las palmas de manos.
 María que llora la pérdida de su hijo.
María temblorosa cuando lo tiene entre sus brazos el cuerpo ya sin vida.
María resignada cuando encierran el cuerpo sin vida de su hijo en el sepulcro.
 María con los ojos brillantes cuando ve de nuevo a Jesús con vida, por ultimo tenemos a María esperanzada cuando lo ve resucitado  y Jesús le dice  que se va al Padre.
Con vuestro permiso, me gustaría para finalizar estas vivencias y sentimientos en forma de folios, hablar de las cruces de Mayo, que son el futuro de nuestra Semana Santa. Como ya he mencionado antes los rubeños hemos sabido inculcar a nuestros niños el amor por la Semana Santa, quizás en los últimos años haya sido mas fácil, gracias a la Hermandad de los Dolores porque de ella fue la idea que impulsó esta iniciativa. Es muy bueno, a la vez  bonito, que los niños se sientan parte activa de algo parecido a la Semana Santa. A mí me gusta ver como ellos intentan imitar a los mayores en los movimientos y en los sentimientos. Esa es la señal de que se sienten motivados para que en el futuro formen una Semana Santa mejorada de este pueblo, si es posible mejorar.

El pregonero de la Semana Santa de 2012
Antonio  Javier Olmedo Caro
Ha dicho.




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