domingo, 17 de mayo de 2015

2006-II PREGÓN DE GLORIA. Francisco Jesús Jiménez Reina.

Pronunciado por Don Francisco Jesús Jiménez Reina.

Presentado por Don Juan Bautista Caraver Guerra

Parroquia Nuestra Señora del Rosario.

EL RUBIO, ROMERÍA 2006



II PREGÓN DE GLORIA



  
  

PREGON DE GLORIA  2.006



EL RUBIO







PREGONERO: FRANCISCO JESUS JIMENEZ REINA


      PRESENTADOR: JUAN BAUTISTA CARAVER GUERRA




   




Abril,2.006







SALUDOS Y RECUERDOS


HERMANDAD
   

LA POBREZA DEL HOMBRE


STMA. VIRGEN


DESPEDIDA








SALUDOS Y RECUERDOS.-



Allí donde terminan las palabras, donde es inexpresiva la estrofa del poeta o la prosa del escritor, en los umbrales de lo inefable surge la música como el vehículo idóneo de la emoción.La que acabamos de escuchar ha puesto en todos nosotros la temperatura exacta para prender en la atención las efemérides de la Romería.Al conjuro de esta música todo rubeño ha empezado a decir su propio pregón, aquel que como no se evapora en signos exteriores conserva intacto el encanto de su perfume, y después el silencio, este silencio con cuerpo y alma que el pregonero audazmente ha de romper.



Roto el silencio, la justicia y la buena crianza exigen el capítulo de gratitudes. Mi gratitud en primer término para quienes presiden este acto, reverendo  señor cura párroco y director espiritual de nuestras Hermandades, Sr. alcalde, Sres. hnos. mayores, a ti  querido Bautista por tus palabras excesivas y cariñosas con que me has definido, aún a costa de la verdad, presentando ante vosotros una imagen del que os habla agrandada por el afecto que nos profesamos, gratitud también, muy sentida y sincera, a todos vosotros que acompañándome en estos momentos, me honráis con vuestra presencia, ya que así vais a contrastar vuestro íntimo pregón con el que yo voy a decir, y finalmente gracias Madre Mía del Rosario porque sintiéndote ahí se que nada debo temer.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                            
 Me presento al pueblo de El Rubio al calor de esta mañana, agradecido por el alto honor y distinción que se me concede, y es un honor renovado el hacerlo desde este mismo sitial, pues cuando Juanita Ruiz me  propuso que diera el pregón, he de confesar que sentí cierto miedo, el miedo os lo confieso, de no acertar, el peso tremendo de la responsabilidad que siento, porque se trata de expresar un fabuloso sentimiento colectivo, pregón que todos y cada uno de vosotros lleváis dentro del alma, y que yo he de pregonar,  pero este rubeño espera que la emoción no le traicione, porque si difícil es escribir, para mí resulta más difícil expresar estos sentimientos, por eso quiero agradecer por caridad este pregón, esta pequeña gloria del pregonero elegido, sin casi méritos personales propios, sino los que quieran darme los demás.     



Resulta consolador  pensar que cuando llego a este momento de mi vida, la Hermandad de Romeros, oportuna y sensible a la vez, me haga el honor de concederme el mayor privilegio que se le puede ofrecer a un rubeño: ser su pregonero, por eso a su Hermano Mayor aquí presente, le doy las gracias por tan alta distinción que me han concedido, es preciso ser rubeño, haber nacido y vivido en El Rubio para comprender, como me comprendéis vosotros, la ilusión que siente en estos momentos el pregonero, al disponerse a hablar de lo que más queremos, de lo que llevamos en el corazón los rubeños.

No poseo referencias literarias ni poéticas que avalen este nombramiento, pero quienes me conocen pueden dar Fe del cariño que profeso al pueblo que me vió nacer, mi amor y respeto por todas las fiestas y efemérides que celebramos, y muy especialmente la que celebramos en esta fecha, la Romería.




Una nueva  Aurora  nace cada año en la Pascua de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Un Mayo florecido, aún humeante la cera de nuestros pasos de palios, nos indica el punto de partida de alabanzas para la Madre de Dios, la misma mujer que los rubeños hemos visto pasar por las calles de El Rubio, con la expresión en su rostro de sus Dolores y Esperanza, pero somos capaces de transformarla en alegría y gozo secándoles las lágrimas de su rostro.




He sido designado para pregonar a la Virgen María en sus Glorias y quiero proclamar por ello, desde el primer momento, que el centro y justificación de nuestra presencia en este acto, la justificación misma de la existencia de nuestras Hermandades, es Jesucristo, Dios y Hombre, Salvador nuestro, es su encarnación, su muerte en la cruz y su resurrección gloriosa. Sin Cristo no hay María, ni existiría nuestra Iglesia, ni existirían nuestras Hermandades. Proclamamos pues, a Jesucristo y a su Sagrado Corazón la razón de ser de nuestra fe y de nuestro compromiso. La Virgen es, ante todo, la Madre de Dios y Reina de todos los Santos, la mujer predestinada para que el Verbo habitara entre nosotros, la elegida desde el comienzo de los siglos, concebida sin mancha, y como decía San Juan de Dios, llevada al cielo en cuerpo y alma.




Permitirme ahora sin embargo, que una vez proclamadas estas irrenunciables verdades de nuestra fe y de nuestro compromiso cristiano, deje correr mi pregón por el cauce que mi corazón y sentimientos me dictan.




Quisiera comenzar el pregón levantando mi voz, y aunque mi voz tiemble vosotros rubeños me ayudaréis a mantenerla firme, para que al sentirme pregonero poder levantar a los cuatro puntos cardinales de El Rubio a la Stma.Virgen del Rosario en la que todos nos refugiamos, y que yo quisiera abrazar para ser el primer rubeño que se adelanta en el tiempo llevando su estandarte de Guía, así Señora Tu serás mi Guía por los estrechos laberintos de mi vida.






El pregonero se pone bajo la protección de Santa María Virgen en dos de sus abvocaciones: La Virgen del Rosario y Virgen de la Esperanza. Rosario como se llama mi madre, Esperanza la que acompaño desde niño cada Jueves Santo por las calles de El Rubio, con una salvaguardia tan sólida el pregonero no puede perderse en el camino, un corazón pregonero cuyo latido no tendrá tal vez la palabra erudita de quienes desde este mismo lugar digan sus pregones, pero si convencido y fiel en sus creencias.





Ser el pregonero de la Hermandad de Romeros, tiene el sabor agridulce que puede dar la mezcla del gozo con la zozobra, de la alegría con la preocupación, se puede pasar de la alegre y despreocupada confianza en uno mismo, al más grande desánimo y desaliento y a la más completa incompetencia para serlo.





A medida que estas fechas se aproximan, El Rubio se conmueve en una primavera anticipada, se hace más cegadora su claridad y se respira un ambiente que es preludio de esa sinfonía única y maravillosa de fe, de  alegría, de arte, de la que surge nuestra Romería.




A ti Virgen del Rosario te pido, intercedas ante tu Hijo para que su luz ilumine mis tinieblas, su sabiduría a mi ignorancia y su Santo Espíritu a mi tibieza, palabras que se han pronunciado en muchos lugares, y que este pregonero hace suya con el mayor de los respetos



Bendita Madre del Rosario, concédele a mis palabras la justa sencillez de tu elocuencia para que este pueblo tuyo aquí congregado, comparta conmigo el inefable misterio de nuestro encuentro, porque si hoy yo estoy aquí esperanzado y dispuesto a pregonar tu nombre, las palabras que de mis labios salgan no me las habrán dictado en un sueño, sino el milagroso sentir de tu divina presencia.


Mi voz se ha de alzar como clarín convocador  a los corazones rubeños divulgando a los cuatro vientos el  sentir  de mi pueblo el día  de  Romería, no es misión de este pregonero convencer ni ilustrar, tan solo conseguir que al influjo de sus palabras los rubeños abran sus corazones y digan su propio Pregón.

Los rubeños  que viven su fe en la Stma. Virgen, recorrerán el camino convirtiendo cada una de sus paradas en perpetuas vivencias que no olvidaran en sus vidas, y a tus plantas Señora se arrodilla El Rubio, a Ti se entrega, se sumerge en las aguas de ese río humano para dejarse llevar a la deriva guiada desde la lejanía por Tu luz.



La Romería de mi pueblo en el recuerdo, en el corazón y en los labios.



En el recuerdo porque parece que fue ayer cuando en mi niñez empecé a ir a la Romería junto a mis padres,  en el corazón porque la sentía dentro de mí cuando estuve lejos de El Rubio, y en mis labios porque siempre su nombre pronunciaba para no olvidar que formo parte de ella.




Por eso hoy me presento antes ustedes con la única credencial que la de haber entregado mi vida a mi familia, a mi profesión, y al cultivo de esa flor, que se llama amistad, por todo ello deseo, que formemos esa única Hermandad entre todos los presentes y aquellos otros a quienes lleguen mis palabras. Hoy lamento no tener el don de la poesía, ni siquiera el de la narrativa, para saber cantar o describir el significado de la Romería de nuestro querido pueblo, aquí estoy ante vosotros confortado en mi atrevimiento por la dulcísima mirada de mi Virgen de la Esperanza, alentado por amigos y cofrades enamorados de las Hermandades de El Rubio.




La Romería de El Rubio no es solo el paseo a caballo o en carreta, la buena comida y el buen día que se pasa en el cerro, es también el sentimiento de cada rubeño cuando acompaña a la Virgen del Rosario, soportando el camino, el cansancio, pero esto no hace mella en su ánimo, porque la Romería lleva un mensaje de paz al corazón de cada rubeño que estallará en surtidores de alegría cuando por el testimonio de su fe proclama por las calles su devoción a la Virgen.




Rubeños, ya es una realidad, estamos en el pórtico de Romería, hoy vengo a pediros que me acompañéis al menos durante el tiempo  necesario para hacer este pregón, y compartáis conmigo estas vivencias, el pregón no es solo lo que diga yo ni lo que pueda decir, pues lo seguiréis haciendo vosotros después de que yo torpemente lo pregone, porque aunque vivamos en la tierra de la alegría, de la castañuela y el bordón, no olvidemos que estamos en la tierra de María Santísima. 




El Rubio está siempre alegre y su Romería así lo demuestra, porque Dios hizo luminoso su cielo y fecunda su tierra, colmó de generosidad sus corazones, por tanto no os inquietéis por aquellos que no nos conocen y nos miren con alma envenenada, censuren nuestra alegría o nos imputen irreverencias cuando celebramos nuestra Romería.




En mi mente he evocado momentos vividos desde mi niñez en la Romería muy distinta de la que hoy conocemos, y cuando encuentros estos recuerdos se mezclan en mí corazón que solo acierto a decir: 



¡¡Gracias El Rubio por haber permitido que entre los tuyos haya crecido!!

¡¡ Gracias El  Rubio, porque mis raíces están en tu tierra!!.



Permitidme rubeños, que dedique mis primeros recuerdos a todos aquellos niños con los que jugaba en las calles, en la era empedrá, el molino de Angelito, plaza Bohórquez,   y durante el verano en las pozitas, la rinconá,  y tantos otros lugares que hoy forman parte de la historia de nuestro pueblo, o cuando acudíamos a la escuela con un solo libro para todo el curso, a los maestros de entonces hoy fallecidos, D.Nicanor, D.Cristóbal,D.Javier, D.Eugenio,D. Joaquín todos conocidos y queridos en El Rubio, a la Academia S. José donde inicié mis primeros estudios hasta terminar el Bachiller, pero hoy me siento tremendamente feliz porque sigo conservando la amistad de ellos, algunos ya abuelos, otros ausentes de nuestro pueblo, y otros desgraciadamente fallecidos.
 Hoy mi pregón quiero dedicarlo a todo el pueblo de El Rubio, origen de mis mayores y cuna donde nací y del que me siento orgulloso, muy especialmente para todos esos hijos de El Rubio ausentes, y en estas fechas,  no pueden evitar acordarse con más ilusión que nunca de este su pueblo, cuando vuelven durante sus vacaciones los encontramos a veces visitando la Parroquia, incluso muchos de ellos acudirán el próximo domingo  para acompañar a la Stma. Virgen y disfrutar de la Romería.





Yo quisiera que las palabras de este pregón, alcancen o no finalmente vuestra benevolencia, sean sobre todo testimonio de ese amor que aprendimos de nuestros padres, dejadme ser en la torpeza de mis palabras, un portavoz ilusionado de las nuevas generaciones cofrades que quieran dejar escrito un nuevo capítulo en esta gloriosa historia rubeña de amores a la Virgen, y si mis palabras ofendieran a cualquiera desde este mismo lugar le ruego me perdone.






Y gracias por encima de todo, a Dios, que nos ha permitido estar aquí en esta mañana primaveral, para entre todos hacer este Pregón.






HERMANDAD.-



.Parece ser que existen documentos que nos aclara que la Romería de El Rubio ya se celebraba a principio del siglo XX, con la peregrinación a lugares destacados de la época, teniendo años de esplendor para pasar después a una decadencia que se prolonga en el tiempo, a pesar de seguir celebrando la Romería pero sin ese espíritu que tiene hoy, llegando el momento hasta que un grupo de rubeños deciden organizar la Hermandad que hoy conocemos.



Fue en el año 1.973 cuando esta Hermandad organiza la Romería al Cerro de la Cabeza llevando la Imagen de la Virgen que preside el altar mayor de la Parroquia en otras ocasiones con la Imagen de la Virgen de Fátima, pues hasta el año 1.983 no se encarga la realización de la nueva Imagen al imaginero sevillano D.Luis Alvarez Duarte, pasando a se propiedad de la Hermandad.



Hubo que esperar al 7 de Octubre de 1.985, festividad de Ntra. Sra. Del Rosario, para que la nueva Imagen fuera bendecida por el Excmo, Sr.Arzobispo de Sevilla D. Carlos Amigo Vallejo, por cuyos actos salió en procesión extraordinaria por las calles de El Rubio.



En el año 1.986 fue la primera vez que la Imagen de la Virgen del Rosario es llevada a la ermita que para tal fin se había construido años antes en el Cerro de la Cabeza, colocada en una carreta tipo rociero y llevada por bueyes, habiendo sufrido diversas modificaciones dicha carreta hasta el estado actual, desde entonces hasta el día de hoy ha aumentado considerablemente el número de hermanos, hasta que en el año 1.995 se amplia la ermita dada la limitación de su espacio ya que resultaba insuficiente para acoger a tantos romeros asistentes  en participar en la Santa Misa que se celebra a la llegada de la Virgen.


Mi recuerdo y respeto a todos los hermanos y hermanas de la Hermandad de Romeros de El Rubio, algunos ya fallecidos y en el recuerdo de todos, por su trabajo, desvelo, y todo sin hacer ruido, trabajar para su Hermandad, para conseguir sus objetivos, sus proyectos, pero quizás en ese afán de trabajo, olvidamos, y yo el primero, que la Hermandad debe asumir las responsabilidades de la Iglesia, que existe la Hermandad no solo para dar culto a La Stma.Virgen  como fin principal, también está la práctica de la caridad cristiana como uno de los valores que ha de vivir el cristiano



El Pregonero solicita  el reconocimiento de los rubeños para dar fe de que todas las Hermandades de El Rubio perviven porque hay hombres y mujeres que le entregan lo mejor de su tiempo y de sus vidas, movidos por la devoción a sus Titulares, a los que hablan y rezan.




La familia  integrada en la Hermandad también desempeña un papel importante en el mundo de la fe, e igualmente el matrimonio que vive la fe a través de su Hermandad, inculca a sus hijos las verdades cristianas, de ahí que las Hermandades tengan una profundísima base familiar.




La Hermandad de Romeros no debe de ser solo portadora de una expresión de cultura popular de nuestra tierra, pues no debe de prescindir de su contenido que evidentemente es religioso, el culto a la Stma. Virgen.




Y es que el señorío es común en todas las Hermandades de El Rubio, yo quisiera hermanos romeros, desde mi condición de rubeño de a pie, sin más título que el inmenso cariño que profeso a los misterios que en El Rubio se representan, que nunca se pierda  esta bendita tradición que es la Romería al Cerro de la Cabeza, lugar que representa los mejores recuerdos no solo mío, también de muchos rubeños.




No dejéis romeros, que nadie os busque privilegios en vuestra Hermandad, cuando os honráis llevando a la Stma. Virgen a su ermita  aunque solo sea por unas horas , y os ruego que permitáis a este pregonero convertirse en circunstancial romero de vuestra peregrinación de fe, nunca os separéis de vuestra Hermandad, porque la Hermandad no os pertenece, sois vosotros los que tenéis la suerte de pertenecer a ella.


Mirad romeros a la Virgen del Rosario, ahí lo tenéis, mostrarla a  mi pueblo, mirad a sus ojos romeros, que El Rubio entero se mira  en ellos.







LA POBREZA DEL HOMBRE.-



La Stma Virgen como estandarte,  serena en la permanente oración de un pueblo,   como unión de los hombres,  como expresión de una razón de ser, la Stma Virgen que nos acerca más a Dios, su Imagen que llena de felicidad y alegría a todos los rubeños, porque es ella la que anida en sus corazones, Ella, a quien se mira a los ojos para pedirle consuelo y agradecerle los favores.




Ni en el Cielo ni en la Tierra hay sitio para la tristeza en los hijos de Dios, pero si, si sentimos el dolor profundo por las cosas más cotidianas, por el día a día de aquellos que han perdido el trabajo, de los que han perdidos a sus seres queridos, de los que se encuentran postrados ante una enfermedad, de los que se encuentran solos,de tantos y tantos inmigrantes que llegan a nuestras costas arriesgando sus vidas en busca de mejores horizontes, también el dolor extraordinario de la mujer maltratada, de aquel que siente hambre, del que es explotado, también el dolor que María sintió cuando vió a su Hijo desnudo, humillado, burlado, pero dolor intenso que también María siente por cada uno de nosotros





La condición de romero no se aprende ni adquiere en ninguna universidad ni escuela,  ni significa ponerse la medalla o pasear a caballo, para ser romero hay que sentirse  peregrino durante todo el año, para ser romero hay que ir en la vida en esa procesión de búsqueda  continúa de la verdad, sin horario de salida ni de llegada, sin recorrido establecido, ser romero es mostrar la cara, denunciar la injusticia, la  soberbia, la arrogancia, ayudar al oprimido, el rubeño sabe que hay demasiado protagonismo y arrogancia, vanidad, caminos tortuosos, así es la sociedad actual, pero no por ello, podemos volver la cara y olvidarnos de los privados de salud, los que sufren el azote del paro, a nuestros jóvenes con difícil horizonte, a los marginados, a los drogadictos, pues si así fuera acabaríamos con el verdadero sentido de la peregrinación cuando acompañamos a la Stma.Virgen.





Te pido Señora,  que levantes el espíritu de El Rubio y derrames sobre sus calles toda la fuerza de tu amor, porque así contaremos con él y viviremos en esa única Hermandad que al comienzo de este pregón pedía, también te pido Madre de Misericordia, suscite en el corazón de los rubeños pensamientos y propósitos de paz.




Señora, te ruego nos cubra con la humildad, la humildad de quien le habla al amigo, al hermano, la humildad de quien da lo poco que posee sin esperar nada a cambio, esa humildad con la que, en ese lugar de tu ermita, se funden fiesta y religión, cante y plegaria, alegría y recogimiento, todo en torno a Ti, Madre de Dios.



Virgen del Rosario no olvides a El Rubio y sus mujeres, proteges a todas las madres y a las afortunadas que van a serlo, concediéndoles la firme voluntad de ser celosas defensoras de la institución familiar, y Tú serás modelo e imagen donde se miren nuestras mujeres rubeñas, por Virgen, por Madre y sobre todo por mujer, mira Señora si es grande la devoción que  El Rubio te profesa, que hasta sus mujeres tienen a gala llevar tu nombre. 





Por ello, pido a los rubeños  que por encima de todo mantengamos con absoluto rigor la vivencia doctrinal de la Iglesia, al mismo tiempo que mantenemos la sagrada veneración a la Stma.Virgen del Rosario, que es esencia de fervor religioso y  expresión popular.





Cuando la primavera  anuncia su aparición, pintando de azul el cielo rubeño, los romeros quisieran que los días volaran como vuelan las aves por el cielo, sus corazones laten añorando más que nunca el camino, porque saben que el despertar de la primavera anuncia, que pronto se podrá ir a la Ermita acompañando a la Virgen.





Esa peregrinación a la ermita acompañando a la Stma. Virgen, el caminar durante horas bajo el sofoco del sol, a veces se nos hace corto cuando vamos rezando o cantando a la Virgen, dando las gracias o pidiendo favores, cada uno a lo suyo en silencio, pero que Ella escucha como Madre que atiende a su hijo.




Por eso creo en Ti Señora, creo en tu mensaje cierto de amor y esperanza, que eres  el remedio, eres el mañana, cuantas lágrimas de El Rubio se derraman ante  tu mirada, y cuantas miradas de los rubeños Señora, quedan prendidas en tu regazo, lo que me hace  al llegar  este momento meditar sobre la profesión de fe:


Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios
Nació de Santa María Virgen
.



Pronto Mayo se colará en nuestra vidas, el mes bautizado de las flores, el mes de María, pero nuestro pueblo se aferra a la nostalgia, en esos lazos que no se llegan a desatar a pesar de que cambien las mentalidades, uno de esos lazos que nos queda es la afición a las trabajadoras, esa experiencia única por lo que un grupo de hombres manifiestan su fe con el dulce sacrificio de soportar el peso por unas horas, del Hijo de Dios y su Madre.



Pero esta tradición no se pierde, ya que cuenta con una cantera que se forma mientras juegan con pasitos improvisados, a veces una simple caja de cartón y otras con parihuelas más o menos trabajadas, son elaboradas con el esmero de esos chiquillos que forman la simiente cofrade de El Rubio.







STMA.VIRGEN.-



El Ángel del Señor anunció a María, y concibió por obra del Espíritu Santo, aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra, y el Hijo de Dios se hizo hombre, y habitó entre nosotros. Por la Anunciación, María se introduce en el Misterio de Cristo y por su fe se inicia la nueva Alianza, fue la elegida para ser la Madre del Hijo de Dios, por eso bajo la advocación de  Ntra. Señora del Rosario se cierra un contenido de experiencias en la vida de las personas.



Los cristianos sabemos que el misterio de María está dentro del misterio de Cristo, su misión es corredentora, María madre de Dios es Madre también de toda la Humanidad, así quedó definido en el Concilio Vaticano II.


Dios te salve María
Llena eres de Gracia
El Señor es contigo
Bendita Tú entre todas las mujeres



Todas las glorias tienen hoy cabida en tu figura, toda la historia de salvación arranca del misterio que te da nombre, aquella casa humilde de Nazareth, arropada hoy por una moderna y grandiosa Basílica, fue testigo del mensaje de amor más trascendente de la historia.




Corazón de María en el cual se formó la Sangre de Jesús, precio de nuestra redención, ruega por nosotros, esta jaculatoria de la Letanía del Inmaculado Corazón de María, no solo tiene su particular unción, sino que también encierra en sí un significado sumamente elevado y bello, que viene a propósito a considerar.


En efecto, por las leyes comunes de la reproducción de la especie, el hombre trae consigo algo de sangre del padre y de la madre, sin embargo la preciosísima sangre de Nuestro Señor Jesucristo, así como su carne sacratísima fueron exclusivamente formadas de Nuestra Señora, y esto es porque, se trata de una milagrosa concepción por parte de una Virgen, en la que no interviene varón, motivo por el cual San Agustín afirmó: La carne de Cristo es, de alguna forma la propia carne de María.




Con el pecado original se rompe la amistad en que vivía el género humano con Dios, perdiendo así cualquier derecho al Cielo y a la vida sobrenatural de la gracia, y fue para remediar esta situación que la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, encarnándose en el seno purísimo de María Virgen, asumió la naturaleza humana sin perder nada de su Divinidad, y así constituido pudo presentarse ante la justicia del Padre como cordero expiatorio del género humano.


En la letanía del Rosario te decimos: Casa de oro, Arca de la alianza, Estrella de la mañana, Refugio de los pecadores….Señora, que merecidos son esos elogios.


El Rosario de la Virgen María, difundido gradualmente en el segundo Milenio bajo el soplo del Espíritu de Dios, es una oración apreciada por numerosos Santos y fomentada por La Iglesia. En su sencillez y profundidad, sigue siendo también en este tercer Milenio apenas iniciado, una oración de gran significado, destinada a producir frutos de santidad. Se encuadra bien en el camino espiritual de un cristianismo que, después de dos mil años, no ha perdido nada de la novedad de los orígenes, y se siente empujado por el Espíritu de Dios a remar mar adentro, para anunciar , más aún, proclamar a Cristo al mundo como Señor y Salvador.


El Rosario aunque se distingue por su carácter mariano, es una oración centrada en la cristología, en la sobriedad de sus partes, concentra en sí la profundidad de todo el mensaje evangélico, en él resuena la oración de María, su perenne Magnificat por la obra de la Encarnación redentora en su seno virginal, con él, el pueblo cristiano aprende de María a contemplar la belleza del rostro de Cristo y a experimentar la profundidad de su amor, mediante el Rosario, el creyente obtiene abundantes gracias, como recibiéndolas de las mismas manos de la Madre del Redentor.
 

El rezo del Santo Rosario surge aproximadamente en el año 800  a la sombra de los monasterios, donde los monjes rezaban los salmos a los laicos, que en su mayoría no sabían leer.


La palabra Rosario significa “Corona de Rosas”, la Virgen María ha revelado a muchas personas que cada vez que rezan un Ave María le entregan una rosa y por cada Rosario completo le entregan una corona de rosas, por eso se dice que la rosa es la reina de las flores, así que el Rosario es la rosa de todas las devociones.


El Santo Rosario es considerado como la oración perfecta, con su rezo meditamos los misterios de gozo, de dolor, de gloria de Jesús y María, en cada una de sus apariciones, María nos invita al rezo del Rosario como un arma poderosa en contra del maligno, para traernos la verdadera paz.



En el Santo Rosario la oración mental es  la meditación sobre los principales misterios o hechos de la vida, muerte y gloria de Nuestro Señor Jesucristo y de su Santísima Madre, por la oración verbal recitamos cinco decenas del Ave María, cada decena encabezada por un Padre Nuestro, mientras meditamos sobre los misterios del Rosario.



Los misterios gozosos se caracterizan por el gozo que produce el acontecimiento de la encarnación, meditar estos misterios significa adentrarse en los motivos últimos de la alegría cristiana y en su sentido más profundo.




Los misterios dolorosos nos llevan a revivir la muerte de Jesús poniéndonos al pie de la cruz junto a María, para penetrar con Ella en la inmensidad del amor de Dios al hombre y sentir toda su fuerza regeneradora.




Los misterios gloriosos nos ayuda a superar la oscuridad de la Pasión para fijarse en la gloria de Cristo, en su Resurrección y en su Ascensión, así como a revivir el gozo de María, quién experimentó de modo intenso la nueva vida del Hijo glorificado




Por los misterios luminosos se revela el Reino ya presente en la persona misma de Jesucristo, porque El es la luz del mundo, esta dimensión se manifiesta sobre todo en los años de la vida pública, cuando anuncia el Evangelio de su Reino.
 


La Santa Iglesia recibe el Rosario en su forma actual en el año 1.214 de forma milagrosa, cuando la Virgen se aparece a Santo Domingo y se lo entrega como un arma poderosa para la conversión de los herejes, desde entonces su devoción se propagó por todo el mundo cristiano.




Habiendo consentido en la Encarnación del Verbo en su seno purísimo, Nuestra Señora cooperó de modo eminente en la redención del género humano consumada en el Calvario, así María ofreció su Hijo como victima expiatoria, y aceptó sufrir con El, y a causa de El, el océano de Dolores que la Pasión hizo brotar en su Inmaculado Corazón, así pues, la Redención nos vino por Maria Virgen, por lo que Ella es, auténticamente nuestra Madre.





Madre, no solo Madre de Jesús también Madre nuestra por un afortunado encargo divino, Madre que nunca falla, mano cariñosa que está en los momentos más difíciles, cuantos días vendremos a la Parroquia a mirarte, a hablarte, y muchas más veces vendremos a pedirte que hagas de mediadora, y empezamos por decirte simplemente ¡ Madre! Y así volvemos a la letanía: Madre de Cristo, Madre del Creador, Madre de la Iglesia, Madre de la Divina Gracia, Madre Purísima, Madre Inmaculada, Madre Amable, Madre Admirable, Madre del Buen Consejo.



  
“ He aquí la esclava del Señor” ¿Esclava?  Si, esclava, Señora nos enseña que la mayor pureza está en la esclavitud, en la entrega incondicional, en el darse del todo. Por eso cuando rezamos el Rosario llegamos a otra colección de halagos merecidos cuando decimos: Virgen clemente, Virgen fiel, Virgen poderosa, Virgen digna de alabanza.




Como decía San Bernardo: “ en los peligros, en las angustias, en las cosas dudosas, si no quieres ser sepultado por las tempestades, si se levantan vientos de tentaciones, si chocas con los escollos de las tribulaciones, mira la estrella, invoca a Maria”.




Peregrinar es caminar con María porque así es la vida cristiana, sin María, oídlos rubeños, la vida cristiana no es posible, a los rubeños se les llena el corazón de alegría al llamarla y al invocarla bajo las advocaciones más dulces y cariñosas: Madre de la Divina Gracia, que nos hace hijos de Dios, Estrella que ilumina nuestra ruta, Amparo y Socorro y  Remedio en nuestras horas de angustia y peligro, Dolores como refugio maternal al que acogernos al sufrir las dentelladas de la vida, Salud cuando nos vemos caídos, postrados por las dolencias del cuerpo y alma, la Virgen es para El Rubio todo eso y mucho más, porque para los rubeños María lo es todo: vida, dulzura y esperanza nuestra


Rubeños,  Cristo vive, es un grito de fe cristiana que sale de nuestros corazones, es el clamor cofrade que exalta ahora esta Hermandad de Gloria en la tierra de María Santísima, ya no habrá lágrimas en los ojos de la Virgen ni puñal que atraviese su pecho, su imagen glorificada exhala por su cara una sonrisa maternal.


No sería posible para los rubeños celebrar la muerte y resurrección de Cristo sin festejar la Gloria de María, Ella siempre al frente de nosotros presentándonos a su Divino Hijo, haciéndose camino de luz brillante como una estrella.






No temas Señora, aquí están los romeros, saben que El Rubio te espera, portarán tu gracia soberana sin romper tu dulce armonía, sintiéndote cercana y nuestra sin bajar de la carreta, sin confundirte entre el gentío, porque  eres Reina y Soberana.



Gracias Madre, porque  eres
La ilusión más atrevida
Porque Tú todo lo puedes
Sin pecado concebida
Gracias Madre porque pagas
Con ternura desmedida
A todos los rubeños
Que hoy te acompañan
Gracias Madre, porque eres
Ese sueño al que se aspira:
Estar cerca de Ti
Y mirarte a las mejillas.



Señora, Cuando el rubeño ve Tu imagen, cuando ve Tu cara, está viendo algo puro, transparente, sin esquinas ni escondrijos impenetrables, algo que realmente se deshace en amor, sinceridad, en el colmo de las virtudes: Espejo de justicia, Morada de la sabiduría, Causa de nuestra alegría.



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 Virgen del Rosario, cuando sales a  las calles de El Rubio camino de Tu ermita, mirarás a cada uno de los presentes, y recogerás sus peticiones, todas y cada una, para llevarlas en tus purísimas manos al Altísimo




Los rubeños hacen un alto antes de iniciarse  la romería, para buscar a su Madre en el laberinto de sus calles, como senderos hechos al quiebro de un cante, y allí fundidos con el único deseo de verla, se aprietan corazones mientras el baile por sevillanas  arranca volantes de alborozo de todas las guitarras del cielo.


Hay un rumor de alegría
Por esquinas encaladas
Un ansia de cante grande
Vibrando por las gargantas
La Virgen del Rosario
Viene al empezar el alba
Cada rubeño se arrodilla
Ante el paso de su gracia
Cada clavel le suspira
Por perfumar su arrogancia.



 Porque Dios lo ha querido, me encuentro en este lugar dirigiéndoles la palabra  para cantar las glorias de María, para reflexionar sobre ellas y para deciros:¡ Rubeños esta es nuestra hora!



Con la Virgen como guía, como amorosa Madre que nos lleva de la mano en nuestro caminar en la tierra, confiados en su intersección ante su Hijo, el rubeño amante de la Virgen como a una Madre, le rinde un culto especial.



María nos dejó innumerables dotes de Madre, cuando su Hijo desaparecido  en su visita a Jerusalén siendo niño, le recrimina su desaparición, en las bodas de Canaá  cuando manda a los criados hacer lo que El les diga, a pesar de que no había llegado su hora.



También   sus dolores son ejemplo para la humanidad, las siete espadas que atraviesan su corazón simbolizan estos dolores:


1)   La aflicción que causó a su tierno corazón, la profecía del anciano Simeón.
2) La angustia que padeció su sensibilísimo corazón, en la huida y permanencia en Egipto.
3) Las congojas que experimentó su solícito corazón en la pérdida de su Hijo.
4) La consternación que sintió su maternal corazón, al encontrar a su Hijo llevando la cruz a cuestas.
5) El martirio de su generoso corazón, asistiendo a su Hijo en la agonía.
6) La herida que sufrió su piadoso corazón en la lanzada que abrió el costado de su Hijo.
7)      El desconsuelo y desamparo que padeció su amantísimo corazón, en la sepultura de su Hijo.    



Mayo es el mes por excelencia que los cristianos dedicamos a honrar y venerar, de forma especial, a la Stma.Virgen, nuestra Madre, desde aquella hora solemne de la Cruz, en que Jesús nos la entrega por Madre de toda la humanidad en la persona de San Juan, me viene a la memoria recuerdos de cuando niño junto a otros cortábamos flores con una gama infinita de colores para obsequiar a la Virgen, en esta Andalucía nuestra que llevamos pintada en la retina del alma, y haciendo coro se cantaba aquello de: con flores a  porfía, con flores a María, que Madre nuestra es.


Muchas son las flores de las virtudes de Maria que debemos imitar, es humilde como una violeta, sobresale entre los pobres  del Señor, y Ella misma dice en el canto del Magnificat que el Todopoderoso ha hecho grandes cosas en su persona, porque se ha fijado en la humildad de su sierva, recibió a la Palabra de Dios en su alma y en su cuerpo, y nos entregó a Jesucristo.

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Y a Ti, Virgen del Rosario, Patrona de El Rubio, te pido confiado en tu poder mediador: ¡ Ruega por nosotros! Por tu valiosa mediación te pido Señora, que los rubeños vivamos cada día más con fe y entusiasmo creciente en tu Hijo, y te damos las gracias porque nos cuida tanto en la tierra como en el cielo.



Los rubeños no despiertan el domingo de Romería porque difícil se hace coger el sueño, pero para quienes lo consigue, será el estallar de cohetes y el repicar de campanas lo que les anuncie que la Stma.Virgen del Rosario va a salir a la calle, ya todo es ilusión en los más pequeños y alegría en los mayores, por fin verán cumplido su mejor sueño: acompañar a la Virgen al Cerro, y así tras la carreta entre cantes, bailes  y también muchos rezos en silencio, se inicia este domingo de Mayo.



Mis labios quedan suspensos
Rosario para cantarte,
Se me hace un nudo en el pecho
Que solo atino a rezarte




Ella no va sola en el camino, porque el rubeño sabe estar con Ella, quiere compartir su alegría  desde el mismo momento que de la Parroquia sale y colocada en su carreta de varales plateados, es arropada por todo el pueblo que anhelante espera la salida, innumerables carrozas y caballería hasta el Cerro le dan escolta, y en el camino hasta las espigas y amapolas  se inclinan a su paso.
 



Cuando te asomas a las calles de El Rubio, Señora, con esas hebras de sol de la mañana, son muchos los corazones que te esperan y  gargantas que tu nombre repiten sin cesar.


Llegas Señora en este amanecer
El Rubio despierta estremecido
Eres nuestra vida
Y a tus plantas, Señora
El Rubio se arrodilla

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La Virgen del Rosario despierta amor en el rubeño. Señora he esperado un largo año  para que el aire de tu ternura se meta en mis venas, han sido Madre largos días de espera, para poder acompañarte a tu ermita en esa mañana a veces fría donde vas derramando gracias como quien siembra trigo que se mecen con los vientos de poniente, mientras se escuchan  piropos y coplas de los que te acompañan en el camino.



Ave María Gracia plena, el rubeño se llena la boca rezándole a la Virgen, porque es romera de nacimiento y rubeña de adopción, ante su Imagen, El Rubio llora de emoción y de gozo, porque sabe que en María no se agotará en el mundo la fuente de la generosidad y de entrega.



Pero María no deja que llegue el desconsuelo, y cuando nos ve abatidos, vencidos, se asoma a nuestro corazón un día como hoy, que nos mira  desde su altar, o desde el retablo de su ermita, volvemos otra vez a la letanía: Consoladora de los afligidos, Auxilio de los cristianos, Salud de los enfermos.



Que cariño más peculiar a la Virgen del Rosario, si hace falta el piropo, a Ti, que eres en sí la expresión del Piropo, te cantará El Rubio el más original cantar de los cantares, porque eres para nosotros la sal de nuestra tierra, eres letanía incompleta que se acaba y se prolonga indefinidamente en las calles de El Rubio, por eso es difícil no encontrar Tu Imagen en cualquier casa rubeña.



Virgen de la Luz, astro que transforma la noche de la humanidad, proyecta tu resplandor en tus cofrades  para que, siempre contigo, preparemos el camino que llega a Tu Hijo, convierte nuestra vida en un sendero de esperanza que venza las dificultades del camino, haciéndolo remanso de paz.



Acudirán a besar tu mano, a mirarte a la altura de tus ojos, cuando te bajan  de tu altar  esos rubeños privilegiados, te cantarán los poetas y los ruiseñores, y te alabarán con expresiones tan sencillas como “Madre” y “Guapa” los más humildes de tus devotos.

Te rezará y llorará El Rubio con las lágrimas de la emoción incontenible al verte en Tú ermita, y para Ti el pueblo inventará la santa y justa expresión de su cariño, te dedicará su más sincero y puro folklore, el auténtico, el sano y fiel a sus maneras.


La Virgen del Rosario  cada año se entrega por unas horas a las gentes de El Rubio para que se goce de su alegría  y hermosura, el rubeño supera con esta alegría el cansancio del camino, la ve como todos los años, esperando en una bocacalle, o en Tahona, a veces entrando en la plaza ya de regreso, adivinando su presencia por el ruido de sus campanillas y el cante que la acompaña para  finalmente quedar maravillado de su belleza.

Eres Tú, Virgen del Rosario
Fuente de Gracia Divina
En tu cara se adivina
El gozo sobre la pena
Ilumina Señora
Con la luz que de Ti emana
A los rubeños que te acompañan




Van a tu vera, Señora, como todos los años, aquí están los rubeños que quieren construir altares día a día, aquí estamos Señora peleando contra la insolencia del olvido, aquí estamos Señora, para aprender de tu ejemplo, que quisiéramos Señora, que el tiempo se detuviera cuando  el último rayo de sol y Tú os encontráis a esa hora, y que este día  nunca acabe.

                 

Señora, al aire saltará la oración, el piropo, el baile de sevillanas,  cuando de regreso caminas por las calles de El Rubio como por la mar en calma dejando tras  de Ti estela de alegría, mientras tu imagen navega sobre la mar de corazones rubeños dejando en cada uno de ellos un recuerdo imborrable, a Ti Señora a la que también sienta la noche como la mañana, cuando el sol te habla y piropea, ¡ Bendita Tú, entre todas las mujeres!




Y llegarás Señora a la Plaza de España, la que durante el día siente las caricias del sol, y desde allí hasta la Parroquia todo El Rubio te acompañará, pues  pasará otro año para poder disfrutar de tu celestial belleza.



Vamos camino de la Iglesia,  la vuelta como en la ida, la oración que sale de la garganta, la sevillana que sea bien cantada y que su letra llegue al alma.



Volverás a la Parroquia que te necesita el resto del año, donde te recibirá gozoso un pueblo, con fe elemental, si queréis un pueblo parco en teología, pero te bendecirá con la alegría de su amor, porque “el amor es la entrega por el encantamiento”, porque todo es bueno si se hace para honra y gloria de Ella.





Ya es del pueblo la Virgen, de sus hijos, que no de la Hermandad, dejadla con ellos, mezclada entre las gentes, todo pueblo de Dios, todos hijos de Ella, porque se está cumpliendo de verdad, aquello de “Bienaventurada me llamaran todas las generaciones”





María Señora del silencio, Tú vives perdida y encontrada en el mar sin fondo del Misterio del Señor, eres disponibilidad y receptividad, eres fecundidad y plenitud, eres atención y solicitud por los hermanos, en Ti resplandecen la madurez humana y la elegancia espiritual, eres señora de Ti misma, antes de ser señora nuestra, Madre del silencio y de la humanidad.





Parece que todo quedó paralizado en Ti, todo se identificó contigo, el tiempo, el espacio, la palabra, la música, el silencio, la mujer, todo quedó asumido en Ti, y divinizado, jamás se vió estampa humana de tanta dulzura, ni se volverá a ver en la tierra mujer tan inefablemente evocadora, sin embargo, tu silencio no es ausencia, sino presencia, estás abismada en tu Hijo, y al mismo tiempo, atenta a los hermanos, como en Canaá.




Te pido Señora, que nos envuelva en el manto de tu silencio, y comunícanos la fortaleza de tu Fe, la altura de tu Esperanza, y la profundidad de tu Amor, quédate con los que quedan, y vente con los que nos vamos, Madre Admirable del Silencio.






Señora de la Pascua, Señora del Viernes y del Domingo, Señora de la noche y de la mañana, Señora del silencio y de la cruz, del amor y de la entrega, Señora de la palabra recibida y de la palabra empeñada, Señora de la paz y de la esperanza, Señora de todas las partidas, hoy los rubeños queremos decirte “muchas gracias” Señora, por tu completa disponibilidad de esclava, por tu pobreza y tu silencio, por el gozo de tus siete espadas, por el dolor de todas tus partidas que dieron la paz a tantas almas, muchas gracias por haberte quedado con nosotros a pesar del tiempo y la distancia.




Dios te salve, Reina y Madre de Misericordia, nuestra confianza en María ha de ser grande, por ser ella la Madre de la misericordia.

Vida y dulzura, María es nuestra vida porque ella nos obtiene el perdón de los pecados.

Esperanza nuestra, María es la esperanza de todos.

A ti llamamos los desterrados hijos de Eva, María está pronta a ayudar a quien la invoca.

A ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas, necesidad que tenemos de la intercesión de María para salvarnos.

Ea, pues, señora abogada nuestra, María tiene poder para salvar a todos.

Vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, María es todo ojos para compadecerse de nosotros y socorrernos.

Y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre,  María libra a sus devotos de caer en el infierno.

¡ Oh  clementisima,  oh  piadosa! Que grande es la piedad de María.

¡ Oh dulce Virgen María! El nombre de María es dulce en la vida y en la muerte.



María nos enseña las virtudes que Dios aprecia en el hombre y que Ella dejó testimonio en la tierra, por lo que podemos señalarlas como  humildad, amor a Dios y al prójimo, fe y esperanza, castidad, pobreza, obediencia, paciencia, todas estas virtudes adornan a la Stma. Virgen y siempre su deseo ha sido que fueran practicadas por todo el mundo.




Al hablar de las virtudes de María aunque pudiera parecer que son pocas las cosas que de ella en particular nos refieren los Santos Evangelios, sin embargo, con decir que es la llena de gracia, es claro que Ella poseyó todas las virtudes, fue María de tal condición que su sola vida es modelo para todos.




María está presente en El Rubio en muchas advocaciones, El Rubio flota en la omnipresencia de María, de la que recibe, como Andalucía toda, en la historia, en el arte, en la devoción popular, su mejor razón de ser




Tu nombre María, eternamente repetido a lo largo de los siglos, oración, cántico y paisaje de El Rubio, tu nombre prendido de sus árboles como nidos de pájaros, tu nombre susurrado por tantos labios, tu nombre cantado en ese templo universal que todos formamos y que hoy me atrevo a repetir para que vuelva a sonar bajo este techo, la sublime copla que El Rubio te canta en tus novenas.


Dios te salve, Reina y Madre de misericordia
Vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve





Y a Ti Virgen Bendita del Rosario, Señora de mi pueblo, la que siendo Madre del Hijo de Dios, eres para nosotros como niña que vimos nacer, a Ti Virgen de mis plegarias, de mi fe y de mis oraciones, con este último verso quiero cerrar  mi Pregón.


Ya sales de Tu ermita

Rosario soberana

Mientras El Rubio te espera

Los romeros te cantan

Mezclando en sus voces

Rezos y alabanzas

Todo el pueblo te quiere

Y sabrá esperar un año más


Para acompañarte en el camino

Una y cien veces más

Eres candor y ternura

Eres de El Rubio su guía

Señora que todo lo puedes

No nos abandones a nuestra suerte

Protégenos en todo momento

También a nuestros hijos y mayores

Y acompáñanos hasta que disfrutemos

De esa Romería Celestial

Junto a Tu Hijo y su Padre

Con la esperanza de allí encontrarte

Para poder seguir llamándote

Madre


Señora, cuando llegue mi último día, el día de la Misericordia, Tu sabrás disculpar cada una de mis miserias y engrandecer hasta lo ilimitado cada una de mis pequeñas obras, hoy te miro a los ojos, como  ahora te miran todos los rubeños, todos que se agolpan ante tu trono, y te diremos ante que María, Madre, y así volvemos a la letanía: Madre del Salvador, Madre Santa, Madre y Virgen


Virgen del Rosario el destino nos ha unido esta mañana aquí, para que los dos de la mano demos testimonio de la devoción mariana de El Rubio, pero como una imagen vale más que mil palabras, mi voz callará cuando me aparte de este atril y el eco besará las columnas de la Parroquia en señal de despedida, pero tu presencia perdurará en el tiempo  para recordar siempre a El Rubio, que tu presidiste mi Pregón.


Te suplico Señora, me perdones por la osadía de mi pregón, aún consciente de lo lejos que me encuentro de aquel pesebre donde mejor puede uno en Tu grandeza comprenderte, sabes que este alto honor que hoy gravita sobre mis hombros no me pertenece, que ha de volver a Ti, para que día a día lo entregues a quienes son de verdad pregoneros de Gloria, los que Tú ya conoces en la intimidad de sus tareas, que callando humildemente trabajan para sus hermandades.


También te agradezco Señora, que sean mis labios los que anuncien Tú tiempo sin lágrimas, Tú sabrás con tus gracias, mejor que yo con mis palabras, agradecerles a quienes pusieron en mí su confianza para que hoy yo fuera el pregonero.


Este Pregón está llegando a su fin, pero antes de retirarme y combinando los elementos pasionales con los gloriosos, quisiera despedirme representando a la Santísima Virgen de la Esperanza  con una apariencia distinta a la acostumbrada, porque el pregonero no puede guardarse este vivencial romance dictado por la emoción desde lo más sensible de su alma, conmovida a igual que las vuestras, por las de tantos cofrades que ya gozan en la gloria eterna de la presencia de la Bienaventurada Virgen María.






DESPEDIDA.-




Como todo en la vida tiene un final, este pregón también, no sin antes pedir a Dios me absuelva de este pecado, si se ha de considerar pecado todo aquello que de boca del pregonero sale, como son estas expresiones de nuestra religiosidad popular, y lo que en él haya de desacertado, atribuirlo a la impericia de este que habla.


Antes de terminar, permitidme rubeños que mis últimas palabras sean en acción de gracias para Aquella a quien he tenido presente   a lo largo de este pregón, para Aquella que desde su altar aquí en la Parroquia es dulce consuelo y refugio de todos los que a Ella acudimos, permíteme Señora que mi lengua torpe por esta infinita emoción que anuda mi garganta, glose la protestación de fe de los rubeños.


Haz pues Señora, que seamos siempre fieles hijos tuyos, bendice y no dejes nunca de proteger a mi pueblo que te ama y venera a través de todas tus devotas advocaciones, que seamos cofrades fervorosos de todas tus hermandades, nunca nos deje solos ni en la vida ni en el trance supremo de la muerte, sino que acompañados por Ti,  recibamos el premio de encontrarnos con Dios para toda la eternidad.


Hoy mismo se abrirá el noble corazón rubeño y se hablará del pregón: en familia, en los bares, en las tertulias, espero y deseo halla llegado a vuestros corazones tal como del mío ha salido, por ello me atrevo a rogaros a todos los que me habéis honrado con el silencio  que seáis magnánimos conmigo, que solo soy un humilde romero de vuelta a casa, donde me espera el abrazo de mi familia, y solo pido al tiempo que pare para poder soñar, soñar que de verdad he estado aquí, para agradecer a los rubeños que hoy he sido su pregonero.

Así lo creen y  viven los rubeños, y así lo creo yo, pregonero de ellos, por eso he hablado, y como dijo S.Pablo ”He hablado porque he creído”

Yo, hoy, como dijo el Apóstol, digo a todo El Rubio: he hablado porque creo.

He dicho.








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