Presentado por Don Juan Bautista Caraver Guerra
Parroquia Nuestra Señora del Rosario.
EL RUBIO, ROMERÍA 2006
II PREGÓN DE GLORIA
PREGON DE GLORIA 2.006
EL RUBIO
PREGONERO: FRANCISCO JESUS JIMENEZ REINA
PRESENTADOR: JUAN BAUTISTA CARAVER GUERRA
Abril,2.006
SALUDOS Y RECUERDOS
HERMANDAD
LA POBREZA DEL HOMBRE
STMA. VIRGEN
DESPEDIDA
SALUDOS
Y RECUERDOS.-
Allí donde terminan las palabras,
donde es inexpresiva la estrofa del poeta o la prosa del escritor, en los
umbrales de lo inefable surge la música como el vehículo idóneo de la
emoción.La que acabamos de escuchar ha puesto en todos nosotros la temperatura
exacta para prender en la atención las efemérides de la Romería.Al conjuro de
esta música todo rubeño ha empezado a decir su propio pregón, aquel que como no
se evapora en signos exteriores conserva intacto el encanto de su perfume, y
después el silencio, este silencio con cuerpo y alma que el pregonero
audazmente ha de romper.
Roto el silencio, la justicia y
la buena crianza exigen el capítulo de gratitudes. Mi gratitud en primer
término para quienes presiden este acto, reverendo señor cura párroco y director espiritual de
nuestras Hermandades, Sr. alcalde, Sres. hnos. mayores, a ti querido Bautista por tus palabras excesivas y
cariñosas con que me has definido, aún a costa de la verdad, presentando ante
vosotros una imagen del que os habla agrandada por el afecto que nos
profesamos, gratitud también, muy sentida y sincera, a todos vosotros que
acompañándome en estos momentos, me honráis con vuestra presencia, ya que así
vais a contrastar vuestro íntimo pregón con el que yo voy a decir, y finalmente
gracias Madre Mía del Rosario porque sintiéndote ahí se que nada debo temer.
Resulta consolador pensar que cuando llego a este momento de mi
vida, la Hermandad de Romeros, oportuna y sensible a la vez, me haga el honor
de concederme el mayor privilegio que se le puede ofrecer a un rubeño: ser su
pregonero, por eso a su Hermano Mayor aquí presente, le doy las gracias por tan
alta distinción que me han concedido, es preciso ser rubeño, haber nacido y
vivido en El Rubio para comprender, como me comprendéis vosotros, la ilusión
que siente en estos momentos el pregonero, al disponerse a hablar de lo que más
queremos, de lo que llevamos en el corazón los rubeños.
No poseo referencias literarias
ni poéticas que avalen este nombramiento, pero quienes me conocen pueden dar Fe
del cariño que profeso al pueblo que me vió nacer, mi amor y respeto por todas
las fiestas y efemérides que celebramos, y muy especialmente la que celebramos
en esta fecha, la Romería.
Una nueva Aurora
nace cada año en la Pascua de la Resurrección de Nuestro Señor
Jesucristo. Un Mayo florecido, aún humeante la cera de nuestros pasos de
palios, nos indica el punto de partida de alabanzas para la Madre de Dios, la
misma mujer que los rubeños hemos visto pasar por las calles de El Rubio, con
la expresión en su rostro de sus Dolores y Esperanza, pero somos capaces de
transformarla en alegría y gozo secándoles las lágrimas de su rostro.
He sido designado para pregonar a
la Virgen María en sus Glorias y quiero proclamar por ello, desde el primer
momento, que el centro y justificación de nuestra presencia en este acto, la
justificación misma de la existencia de nuestras Hermandades, es Jesucristo,
Dios y Hombre, Salvador nuestro, es su encarnación, su muerte en la cruz y su
resurrección gloriosa. Sin Cristo no hay María, ni existiría nuestra Iglesia,
ni existirían nuestras Hermandades. Proclamamos pues, a Jesucristo y a su Sagrado
Corazón la razón de ser de nuestra fe y de nuestro compromiso. La Virgen es,
ante todo, la Madre de Dios y Reina de todos los Santos, la mujer predestinada
para que el Verbo habitara entre nosotros, la elegida desde el comienzo de los
siglos, concebida sin mancha, y como decía San Juan de Dios, llevada al cielo
en cuerpo y alma.
Permitirme ahora sin embargo, que
una vez proclamadas estas irrenunciables verdades de nuestra fe y de nuestro
compromiso cristiano, deje correr mi pregón por el cauce que mi corazón y
sentimientos me dictan.
Quisiera comenzar el pregón
levantando mi voz, y aunque mi voz tiemble vosotros rubeños me ayudaréis a
mantenerla firme, para que al sentirme pregonero poder levantar a los cuatro
puntos cardinales de El Rubio a la Stma.Virgen del Rosario en la que todos nos
refugiamos, y que yo quisiera abrazar para ser el primer rubeño que se adelanta
en el tiempo llevando su estandarte de Guía, así Señora Tu serás mi Guía por
los estrechos laberintos de mi vida.
El pregonero se pone bajo la
protección de Santa María Virgen en dos de sus abvocaciones: La Virgen del
Rosario y Virgen de la Esperanza. Rosario como se llama mi madre, Esperanza la
que acompaño desde niño cada Jueves Santo por las calles de El Rubio, con una
salvaguardia tan sólida el pregonero no puede perderse en el camino, un corazón
pregonero cuyo latido no tendrá tal vez la palabra erudita de quienes desde
este mismo lugar digan sus pregones, pero si convencido y fiel en sus
creencias.
Ser el pregonero de la Hermandad
de Romeros, tiene el sabor agridulce que puede dar la mezcla del gozo con la
zozobra, de la alegría con la preocupación, se puede pasar de la alegre y
despreocupada confianza en uno mismo, al más grande desánimo y desaliento y a
la más completa incompetencia para serlo.
A medida que estas fechas se
aproximan, El Rubio se conmueve en una primavera anticipada, se hace más
cegadora su claridad y se respira un ambiente que es preludio de esa sinfonía
única y maravillosa de fe, de alegría,
de arte, de la que surge nuestra Romería.
A ti Virgen del Rosario te pido,
intercedas ante tu Hijo para que su luz ilumine mis tinieblas, su sabiduría a
mi ignorancia y su Santo Espíritu a mi tibieza, palabras que se han pronunciado
en muchos lugares, y que este pregonero hace suya con el mayor de los respetos
Bendita Madre del Rosario,
concédele a mis palabras la justa sencillez de tu elocuencia para que este
pueblo tuyo aquí congregado, comparta conmigo el inefable misterio de nuestro
encuentro, porque si hoy yo estoy aquí esperanzado y dispuesto a pregonar tu
nombre, las palabras que de mis labios salgan no me las habrán dictado en un
sueño, sino el milagroso sentir de tu divina presencia.
Mi voz se ha de alzar como
clarín convocador a los corazones
rubeños divulgando a los cuatro vientos el
sentir de mi pueblo el día de
Romería, no es misión de este pregonero convencer ni ilustrar, tan solo
conseguir que al influjo de sus palabras los rubeños abran sus corazones y
digan su propio Pregón.
Los rubeños que viven su fe en la Stma. Virgen,
recorrerán el camino convirtiendo cada una de sus paradas en perpetuas
vivencias que no olvidaran en sus vidas, y a tus plantas Señora se arrodilla El
Rubio, a Ti se entrega, se sumerge en las aguas de ese río humano para dejarse
llevar a la deriva guiada desde la lejanía por Tu luz.
La Romería de mi pueblo en el
recuerdo, en el corazón y en los labios.
En el recuerdo porque parece
que fue ayer cuando en mi niñez empecé a ir a la Romería junto a mis
padres, en el corazón porque la sentía
dentro de mí cuando estuve lejos de El Rubio, y en mis labios porque siempre su
nombre pronunciaba para no olvidar que formo parte de ella.
Por eso hoy me presento antes
ustedes con la única credencial que la de haber entregado mi vida a mi familia,
a mi profesión, y al cultivo de esa flor, que se llama amistad, por todo ello
deseo, que formemos esa única Hermandad entre todos los presentes y aquellos
otros a quienes lleguen mis palabras. Hoy lamento no tener el don de la poesía,
ni siquiera el de la narrativa, para saber cantar o describir el significado de
la Romería de nuestro querido pueblo, aquí estoy ante vosotros confortado en mi
atrevimiento por la dulcísima mirada de mi Virgen de la Esperanza, alentado por
amigos y cofrades enamorados de las Hermandades de El Rubio.
La Romería de El Rubio no es
solo el paseo a caballo o en carreta, la buena comida y el buen día que se pasa
en el cerro, es también el sentimiento de cada rubeño cuando acompaña a la
Virgen del Rosario, soportando el camino, el cansancio, pero esto no hace mella
en su ánimo, porque la Romería lleva un mensaje de paz al corazón de cada
rubeño que estallará en surtidores de alegría cuando por el testimonio de su fe
proclama por las calles su devoción a la Virgen.
Rubeños, ya es una realidad,
estamos en el pórtico de Romería, hoy vengo a pediros que me acompañéis al
menos durante el tiempo necesario para
hacer este pregón, y compartáis conmigo estas vivencias, el pregón no es solo
lo que diga yo ni lo que pueda decir, pues lo seguiréis haciendo vosotros
después de que yo torpemente lo pregone, porque aunque vivamos en la tierra de
la alegría, de la castañuela y el bordón, no olvidemos que estamos en la tierra
de María Santísima.
El Rubio está siempre alegre y
su Romería así lo demuestra, porque Dios hizo luminoso su cielo y fecunda su
tierra, colmó de generosidad sus corazones, por tanto no os inquietéis por
aquellos que no nos conocen y nos miren con alma envenenada, censuren nuestra
alegría o nos imputen irreverencias cuando celebramos nuestra Romería.
En mi mente he evocado momentos
vividos desde mi niñez en la Romería muy distinta de la que hoy conocemos, y
cuando encuentros estos recuerdos se mezclan en mí corazón que solo acierto a
decir:
¡¡Gracias El Rubio por haber
permitido que entre los tuyos haya crecido!!
¡¡ Gracias El Rubio, porque mis raíces están en tu
tierra!!.
Permitidme rubeños, que dedique
mis primeros recuerdos a todos aquellos niños con los que jugaba en las calles,
en la era empedrá, el molino de Angelito, plaza Bohórquez, y durante el verano en las pozitas, la
rinconá, y tantos otros lugares que hoy
forman parte de la historia de nuestro pueblo, o cuando acudíamos a la escuela
con un solo libro para todo el curso, a los maestros de entonces hoy
fallecidos, D.Nicanor, D.Cristóbal,D.Javier, D.Eugenio,D. Joaquín todos
conocidos y queridos en El Rubio, a la Academia S. José donde inicié mis
primeros estudios hasta terminar el Bachiller, pero hoy me siento tremendamente
feliz porque sigo conservando la amistad de ellos, algunos ya abuelos, otros
ausentes de nuestro pueblo, y otros desgraciadamente fallecidos.
Hoy mi pregón quiero dedicarlo a todo el
pueblo de El Rubio, origen de mis mayores y cuna donde nací y del que me siento
orgulloso, muy especialmente para todos esos hijos de El Rubio ausentes, y en
estas fechas, no pueden evitar acordarse
con más ilusión que nunca de este su pueblo, cuando vuelven durante sus
vacaciones los encontramos a veces visitando la Parroquia, incluso muchos de
ellos acudirán el próximo domingo para
acompañar a la Stma. Virgen y disfrutar de la Romería.
Yo quisiera que las palabras de
este pregón, alcancen o no finalmente vuestra benevolencia, sean sobre todo
testimonio de ese amor que aprendimos de nuestros padres, dejadme ser en la
torpeza de mis palabras, un portavoz ilusionado de las nuevas generaciones
cofrades que quieran dejar escrito un nuevo capítulo en esta gloriosa historia
rubeña de amores a la Virgen, y si mis palabras ofendieran a cualquiera desde
este mismo lugar le ruego me perdone.
Y gracias por encima de todo, a
Dios, que nos ha permitido estar aquí en esta mañana primaveral, para entre
todos hacer este Pregón.
HERMANDAD.-
.Parece ser que existen
documentos que nos aclara que la Romería de El Rubio ya se celebraba a
principio del siglo XX, con la peregrinación a lugares destacados de la época,
teniendo años de esplendor para pasar después a una decadencia que se prolonga
en el tiempo, a pesar de seguir celebrando la Romería pero sin ese espíritu que
tiene hoy, llegando el momento hasta que un grupo de rubeños deciden organizar
la Hermandad que hoy conocemos.
Fue en el año 1.973 cuando esta
Hermandad organiza la Romería al Cerro de la Cabeza llevando la Imagen de la
Virgen que preside el altar mayor de la Parroquia en otras ocasiones con la
Imagen de la Virgen de Fátima, pues hasta el año 1.983 no se encarga la
realización de la nueva Imagen al imaginero sevillano D.Luis Alvarez Duarte,
pasando a se propiedad de la Hermandad.
Hubo que esperar al 7 de
Octubre de 1.985, festividad de Ntra. Sra. Del Rosario, para que la nueva
Imagen fuera bendecida por el Excmo, Sr.Arzobispo de Sevilla D. Carlos Amigo
Vallejo, por cuyos actos salió en procesión extraordinaria por las calles de El
Rubio.
En el año 1.986 fue la primera
vez que la Imagen de la Virgen del Rosario es llevada a la ermita que para tal
fin se había construido años antes en el Cerro de la Cabeza, colocada en una
carreta tipo rociero y llevada por bueyes, habiendo sufrido diversas
modificaciones dicha carreta hasta el estado actual, desde entonces hasta el
día de hoy ha aumentado considerablemente el número de hermanos, hasta que en
el año 1.995 se amplia la ermita dada la limitación de su espacio ya que
resultaba insuficiente para acoger a tantos romeros asistentes en participar en la Santa Misa que se celebra
a la llegada de la Virgen.
Mi recuerdo y respeto a todos
los hermanos y hermanas de la Hermandad de Romeros de El Rubio, algunos ya
fallecidos y en el recuerdo de todos, por su trabajo, desvelo, y todo sin hacer
ruido, trabajar para su Hermandad, para conseguir sus objetivos, sus proyectos,
pero quizás en ese afán de trabajo, olvidamos, y yo el primero, que la Hermandad
debe asumir las responsabilidades de la Iglesia, que existe la Hermandad no
solo para dar culto a La Stma.Virgen
como fin principal, también está la práctica de la caridad cristiana
como uno de los valores que ha de vivir el cristiano
El Pregonero solicita el reconocimiento de los rubeños para dar fe
de que todas las Hermandades de El Rubio perviven porque hay hombres y mujeres
que le entregan lo mejor de su tiempo y de sus vidas, movidos por la devoción a
sus Titulares, a los que hablan y rezan.
La familia integrada en la Hermandad también desempeña
un papel importante en el mundo de la fe, e igualmente el matrimonio que vive
la fe a través de su Hermandad, inculca a sus hijos las verdades cristianas, de
ahí que las Hermandades tengan una profundísima base familiar.
La Hermandad de Romeros no debe
de ser solo portadora de una expresión de cultura popular de nuestra tierra,
pues no debe de prescindir de su contenido que evidentemente es religioso, el
culto a la Stma. Virgen.
Y es que el señorío es común en
todas las Hermandades de El Rubio, yo quisiera hermanos romeros, desde mi
condición de rubeño de a pie, sin más título que el inmenso cariño que profeso
a los misterios que en El Rubio se representan, que nunca se pierda esta bendita tradición que es la Romería al
Cerro de la Cabeza, lugar que representa los mejores recuerdos no solo mío,
también de muchos rubeños.
No dejéis romeros, que nadie os
busque privilegios en vuestra Hermandad, cuando os honráis llevando a la Stma.
Virgen a su ermita aunque solo sea por
unas horas , y os ruego que permitáis a este pregonero convertirse en
circunstancial romero de vuestra peregrinación de fe, nunca os separéis de
vuestra Hermandad, porque la Hermandad no os pertenece, sois vosotros los que
tenéis la suerte de pertenecer a ella.
Mirad romeros a la Virgen del
Rosario, ahí lo tenéis, mostrarla a mi
pueblo, mirad a sus ojos romeros, que El Rubio entero se mira en ellos.
LA
POBREZA DEL HOMBRE.-
La Stma Virgen como estandarte, serena en la permanente oración de un
pueblo, como unión de los hombres, como expresión de una razón de ser, la Stma
Virgen que nos acerca más a Dios, su Imagen que llena de felicidad y alegría a
todos los rubeños, porque es ella la que anida en sus corazones, Ella, a quien
se mira a los ojos para pedirle consuelo y agradecerle los favores.
Ni en el Cielo ni en la Tierra
hay sitio para la tristeza en los hijos de Dios, pero si, si sentimos el dolor
profundo por las cosas más cotidianas, por el día a día de aquellos que han
perdido el trabajo, de los que han perdidos a sus seres queridos, de los que se
encuentran postrados ante una enfermedad, de los que se encuentran solos,de
tantos y tantos inmigrantes que llegan a nuestras costas arriesgando sus vidas
en busca de mejores horizontes, también el dolor extraordinario de la mujer
maltratada, de aquel que siente hambre, del que es explotado, también el dolor
que María sintió cuando vió a su Hijo desnudo, humillado, burlado, pero dolor
intenso que también María siente por cada uno de nosotros
La condición de romero no se
aprende ni adquiere en ninguna universidad ni escuela, ni significa ponerse la medalla o pasear a
caballo, para ser romero hay que sentirse
peregrino durante todo el año, para ser romero hay que ir en la vida en
esa procesión de búsqueda continúa de la
verdad, sin horario de salida ni de llegada, sin recorrido establecido, ser
romero es mostrar la cara, denunciar la injusticia, la soberbia, la arrogancia, ayudar al oprimido,
el rubeño sabe que hay demasiado protagonismo y arrogancia, vanidad, caminos
tortuosos, así es la sociedad actual, pero no por ello, podemos volver la cara
y olvidarnos de los privados de salud, los que sufren el azote del paro, a
nuestros jóvenes con difícil horizonte, a los marginados, a los drogadictos,
pues si así fuera acabaríamos con el verdadero sentido de la peregrinación
cuando acompañamos a la Stma.Virgen.
Te pido Señora, que levantes el espíritu de El Rubio y
derrames sobre sus calles toda la fuerza de tu amor, porque así contaremos con
él y viviremos en esa única Hermandad que al comienzo de este pregón pedía,
también te pido Madre de Misericordia, suscite en el corazón de los rubeños
pensamientos y propósitos de paz.
Señora, te ruego nos cubra con la
humildad, la humildad de quien le habla al amigo, al hermano, la humildad de
quien da lo poco que posee sin esperar nada a cambio, esa humildad con la que,
en ese lugar de tu ermita, se funden fiesta y religión, cante y plegaria, alegría
y recogimiento, todo en torno a Ti, Madre de Dios.
Virgen del Rosario no olvides a
El Rubio y sus mujeres, proteges a todas las madres y a las afortunadas que van
a serlo, concediéndoles la firme voluntad de ser celosas defensoras de la
institución familiar, y Tú serás modelo e imagen donde se miren nuestras
mujeres rubeñas, por Virgen, por Madre y sobre todo por mujer, mira Señora si
es grande la devoción que El Rubio te
profesa, que hasta sus mujeres tienen a gala llevar tu nombre.
Por ello, pido a los rubeños que por encima de todo mantengamos con
absoluto rigor la vivencia doctrinal de la Iglesia, al mismo tiempo que
mantenemos la sagrada veneración a la Stma.Virgen del Rosario, que es esencia
de fervor religioso y expresión popular.
Cuando la primavera anuncia su aparición, pintando de azul el
cielo rubeño, los romeros quisieran que los días volaran como vuelan las aves
por el cielo, sus corazones laten añorando más que nunca el camino, porque saben
que el despertar de la primavera anuncia, que pronto se podrá ir a la Ermita
acompañando a la Virgen.
Esa peregrinación a la ermita acompañando a la Stma. Virgen,
el caminar durante horas bajo el sofoco del sol, a veces se nos hace corto
cuando vamos rezando o cantando a la Virgen, dando las gracias o pidiendo
favores, cada uno a lo suyo en silencio, pero que Ella escucha como Madre que
atiende a su hijo.
Por eso creo en Ti Señora, creo en
tu mensaje cierto de amor y esperanza, que eres
el remedio, eres el mañana, cuantas lágrimas de El Rubio se derraman
ante tu mirada, y cuantas miradas de los
rubeños Señora, quedan prendidas en tu regazo, lo que me hace al llegar
este momento meditar sobre la profesión de fe:
Creo en un solo
Dios, Padre todopoderoso
Creo en un solo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios
Nació de Santa María
Virgen
.
Pronto Mayo se colará en nuestra
vidas, el mes bautizado de las flores, el mes de María, pero nuestro pueblo se
aferra a la nostalgia, en esos lazos que no se llegan a desatar a pesar de que
cambien las mentalidades, uno de esos lazos que nos queda es la afición a las
trabajadoras, esa experiencia única por lo que un grupo de hombres manifiestan
su fe con el dulce sacrificio de soportar el peso por unas horas, del Hijo de
Dios y su Madre.
Pero esta tradición no se pierde,
ya que cuenta con una cantera que se forma mientras juegan con pasitos
improvisados, a veces una simple caja de cartón y otras con parihuelas más o
menos trabajadas, son elaboradas con el esmero de esos chiquillos que forman la
simiente cofrade de El Rubio.
STMA.VIRGEN.-
El Ángel del Señor anunció a
María, y concibió por obra del Espíritu Santo, aquí está la esclava del Señor,
hágase en mí según tu palabra, y el Hijo de Dios se hizo hombre, y habitó entre
nosotros. Por la Anunciación, María se introduce en el Misterio de Cristo y por
su fe se inicia la nueva Alianza, fue la elegida para ser la Madre del Hijo de
Dios, por eso bajo la advocación de
Ntra. Señora del Rosario se cierra un contenido de experiencias en la
vida de las personas.
Los cristianos sabemos que el
misterio de María está dentro del misterio de Cristo, su misión es
corredentora, María madre de Dios es Madre también de toda la Humanidad, así
quedó definido en el Concilio Vaticano II.
Dios te salve María
Llena eres de
Gracia
El Señor es contigo
Bendita Tú entre
todas las mujeres
Todas las glorias tienen hoy
cabida en tu figura, toda la historia de salvación arranca del misterio que te
da nombre, aquella casa humilde de Nazareth, arropada hoy por una moderna y
grandiosa Basílica, fue testigo del mensaje de amor más trascendente de la
historia.
Corazón de María en el cual se
formó la Sangre de Jesús, precio de nuestra redención, ruega por nosotros, esta
jaculatoria de la Letanía del Inmaculado Corazón de María, no solo tiene su
particular unción, sino que también encierra en sí un significado sumamente
elevado y bello, que viene a propósito a considerar.
En efecto, por las leyes
comunes de la reproducción de la especie, el hombre trae consigo algo de sangre
del padre y de la madre, sin embargo la preciosísima sangre de Nuestro Señor
Jesucristo, así como su carne sacratísima fueron exclusivamente formadas de
Nuestra Señora, y esto es porque, se trata de una milagrosa concepción por parte
de una Virgen, en la que no interviene varón, motivo por el cual San Agustín
afirmó: La carne de Cristo es, de alguna forma la propia carne de María.
Con el pecado original se rompe
la amistad en que vivía el género humano con Dios, perdiendo así cualquier
derecho al Cielo y a la vida sobrenatural de la gracia, y fue para remediar
esta situación que la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, encarnándose en
el seno purísimo de María Virgen, asumió la naturaleza humana sin perder nada
de su Divinidad, y así constituido pudo presentarse ante la justicia del Padre
como cordero expiatorio del género humano.
En la letanía del Rosario te
decimos: Casa de oro, Arca de la alianza, Estrella de la mañana, Refugio de los
pecadores….Señora, que merecidos son esos elogios.
El Rosario de la Virgen María,
difundido gradualmente en el segundo Milenio bajo el soplo del Espíritu de
Dios, es una oración apreciada por numerosos Santos y fomentada por La Iglesia.
En su sencillez y profundidad, sigue siendo también en este tercer Milenio
apenas iniciado, una oración de gran significado, destinada a producir frutos
de santidad. Se encuadra bien en el camino espiritual de un cristianismo que,
después de dos mil años, no ha perdido nada de la novedad de los orígenes, y se
siente empujado por el Espíritu de Dios a remar mar adentro, para anunciar ,
más aún, proclamar a Cristo al mundo como Señor y Salvador.
El Rosario aunque se distingue
por su carácter mariano, es una oración centrada en la cristología, en la
sobriedad de sus partes, concentra en sí la profundidad de todo el mensaje
evangélico, en él resuena la oración de María, su perenne Magnificat por la
obra de la Encarnación redentora en su seno virginal, con él, el pueblo
cristiano aprende de María a contemplar la belleza del rostro de Cristo y a
experimentar la profundidad de su amor, mediante el Rosario, el creyente
obtiene abundantes gracias, como recibiéndolas de las mismas manos de la Madre
del Redentor.
El rezo del Santo Rosario surge
aproximadamente en el año 800 a la
sombra de los monasterios, donde los monjes rezaban los salmos a los laicos,
que en su mayoría no sabían leer.
La palabra Rosario significa
“Corona de Rosas”, la Virgen María ha revelado a muchas personas que cada vez
que rezan un Ave María le entregan una rosa y por cada Rosario completo le
entregan una corona de rosas, por eso se dice que la rosa es la reina de las
flores, así que el Rosario es la rosa de todas las devociones.
El Santo Rosario es considerado
como la oración perfecta, con su rezo meditamos los misterios de gozo, de
dolor, de gloria de Jesús y María, en cada una de sus apariciones, María nos
invita al rezo del Rosario como un arma poderosa en contra del maligno, para
traernos la verdadera paz.
En el Santo Rosario la oración
mental es la meditación sobre los
principales misterios o hechos de la vida, muerte y gloria de Nuestro Señor
Jesucristo y de su Santísima Madre, por la oración verbal recitamos cinco
decenas del Ave María, cada decena encabezada por un Padre Nuestro, mientras
meditamos sobre los misterios del Rosario.
Los misterios gozosos se
caracterizan por el gozo que produce el acontecimiento de la encarnación,
meditar estos misterios significa adentrarse en los motivos últimos de la
alegría cristiana y en su sentido más profundo.
Los misterios dolorosos nos
llevan a revivir la muerte de Jesús poniéndonos al pie de la cruz junto a
María, para penetrar con Ella en la inmensidad del amor de Dios al hombre y
sentir toda su fuerza regeneradora.
Los misterios gloriosos nos
ayuda a superar la oscuridad de la Pasión para fijarse en la gloria de Cristo,
en su Resurrección y en su Ascensión, así como a revivir el gozo de María,
quién experimentó de modo intenso la nueva vida del Hijo glorificado
Por los misterios luminosos se
revela el Reino ya presente en la persona misma de Jesucristo, porque El es la
luz del mundo, esta dimensión se manifiesta sobre todo en los años de la vida
pública, cuando anuncia el Evangelio de su Reino.
La Santa Iglesia recibe el
Rosario en su forma actual en el año 1.214 de forma milagrosa, cuando la Virgen
se aparece a Santo Domingo y se lo entrega como un arma poderosa para la
conversión de los herejes, desde entonces su devoción se propagó por todo el
mundo cristiano.
Habiendo consentido en la
Encarnación del Verbo en su seno purísimo, Nuestra Señora cooperó de modo
eminente en la redención del género humano consumada en el Calvario, así María
ofreció su Hijo como victima expiatoria, y aceptó sufrir con El, y a causa de
El, el océano de Dolores que la Pasión hizo brotar en su Inmaculado Corazón,
así pues, la Redención nos vino por Maria Virgen, por lo que Ella es,
auténticamente nuestra Madre.
Madre, no solo Madre de Jesús
también Madre nuestra por un afortunado encargo divino, Madre que nunca falla,
mano cariñosa que está en los momentos más difíciles, cuantos días vendremos a
la Parroquia a mirarte, a hablarte, y muchas más veces vendremos a pedirte que
hagas de mediadora, y empezamos por decirte simplemente ¡ Madre! Y así volvemos
a la letanía: Madre de Cristo, Madre del Creador, Madre de la Iglesia, Madre de
la Divina Gracia, Madre Purísima, Madre Inmaculada, Madre Amable, Madre
Admirable, Madre del Buen Consejo.
“ He aquí la esclava del Señor”
¿Esclava? Si, esclava, Señora nos enseña
que la mayor pureza está en la esclavitud, en la entrega incondicional, en el
darse del todo. Por eso cuando rezamos el Rosario llegamos a otra colección de
halagos merecidos cuando decimos: Virgen clemente, Virgen fiel, Virgen
poderosa, Virgen digna de alabanza.
Como decía San Bernardo: “ en
los peligros, en las angustias, en las cosas dudosas, si no quieres ser
sepultado por las tempestades, si se levantan vientos de tentaciones, si chocas
con los escollos de las tribulaciones, mira la estrella, invoca a Maria”.
Peregrinar es caminar con María
porque así es la vida cristiana, sin María, oídlos rubeños, la vida cristiana
no es posible, a los rubeños se les llena el corazón de alegría al llamarla y
al invocarla bajo las advocaciones más dulces y cariñosas: Madre de la Divina
Gracia, que nos hace hijos de Dios, Estrella que ilumina nuestra ruta, Amparo y
Socorro y Remedio en nuestras horas de
angustia y peligro, Dolores como refugio maternal al que acogernos al sufrir las
dentelladas de la vida, Salud cuando nos vemos caídos, postrados por las
dolencias del cuerpo y alma, la Virgen es para El Rubio todo eso y mucho más,
porque para los rubeños María lo es todo: vida, dulzura y esperanza nuestra
Rubeños, Cristo vive, es un grito de fe cristiana que
sale de nuestros corazones, es el clamor cofrade que exalta ahora esta
Hermandad de Gloria en la tierra de María Santísima, ya no habrá lágrimas en
los ojos de la Virgen ni puñal que atraviese su pecho, su imagen glorificada exhala
por su cara una sonrisa maternal.
No sería posible para los
rubeños celebrar la muerte y resurrección de Cristo sin festejar la Gloria de
María, Ella siempre al frente de nosotros presentándonos a su Divino Hijo,
haciéndose camino de luz brillante como una estrella.
No temas Señora, aquí están los
romeros, saben que El Rubio te espera, portarán tu gracia soberana sin romper
tu dulce armonía, sintiéndote cercana y nuestra sin bajar de la carreta, sin
confundirte entre el gentío, porque eres
Reina y Soberana.
Gracias Madre,
porque eres
La ilusión más
atrevida
Porque Tú todo lo
puedes
Sin pecado
concebida
Gracias Madre
porque pagas
Con ternura
desmedida
A todos los rubeños
Que hoy te
acompañan
Gracias Madre,
porque eres
Ese sueño al que se
aspira:
Estar cerca de Ti
Y mirarte a las
mejillas.
Señora, Cuando el rubeño ve Tu
imagen, cuando ve Tu cara, está viendo algo puro, transparente, sin esquinas ni
escondrijos impenetrables, algo que realmente se deshace en amor, sinceridad,
en el colmo de las virtudes: Espejo de justicia, Morada de la sabiduría, Causa
de nuestra alegría.
.
Virgen del Rosario, cuando sales a las calles de El Rubio camino de Tu ermita,
mirarás a cada uno de los presentes, y recogerás sus peticiones, todas y cada
una, para llevarlas en tus purísimas manos al Altísimo
Los rubeños hacen un alto antes
de iniciarse la romería, para buscar a
su Madre en el laberinto de sus calles, como senderos hechos al quiebro de un
cante, y allí fundidos con el único deseo de verla, se aprietan corazones
mientras el baile por sevillanas arranca
volantes de alborozo de todas las guitarras del cielo.
Hay un rumor de
alegría
Por esquinas
encaladas
Un ansia de cante
grande
Vibrando por las
gargantas
La Virgen del
Rosario
Viene al empezar el
alba
Cada rubeño se
arrodilla
Ante el paso de su
gracia
Cada clavel le
suspira
Por perfumar su
arrogancia.
Porque Dios lo ha querido, me encuentro en
este lugar dirigiéndoles la palabra para
cantar las glorias de María, para reflexionar sobre ellas y para deciros:¡
Rubeños esta es nuestra hora!
Con la Virgen como guía, como
amorosa Madre que nos lleva de la mano en nuestro caminar en la tierra,
confiados en su intersección ante su Hijo, el rubeño amante de la Virgen como a
una Madre, le rinde un culto especial.
María nos dejó innumerables
dotes de Madre, cuando su Hijo desaparecido
en su visita a Jerusalén siendo niño, le recrimina su desaparición, en
las bodas de Canaá cuando manda a los
criados hacer lo que El les diga, a pesar de que no había llegado su hora.
También sus dolores son ejemplo para la humanidad,
las siete espadas que atraviesan su corazón simbolizan estos dolores:
1) La aflicción que causó a su tierno corazón,
la profecía del anciano Simeón.
2) La
angustia que padeció su sensibilísimo corazón, en la huida y permanencia en
Egipto.
3) Las
congojas que experimentó su solícito corazón en la pérdida de su Hijo.
4) La
consternación que sintió su maternal corazón, al encontrar a su Hijo llevando
la cruz a cuestas.
5) El martirio
de su generoso corazón, asistiendo a su Hijo en la agonía.
6) La herida
que sufrió su piadoso corazón en la lanzada que abrió el costado de su Hijo.
7)
El desconsuelo y desamparo que padeció su amantísimo
corazón, en la sepultura de su Hijo.
Mayo es el mes por excelencia
que los cristianos dedicamos a honrar y venerar, de forma especial, a la
Stma.Virgen, nuestra Madre, desde aquella hora solemne de la Cruz, en que Jesús
nos la entrega por Madre de toda la humanidad en la persona de San Juan, me viene
a la memoria recuerdos de cuando niño junto a otros cortábamos flores con una
gama infinita de colores para obsequiar a la Virgen, en esta Andalucía nuestra
que llevamos pintada en la retina del alma, y haciendo coro se cantaba aquello
de: con flores a porfía, con flores a
María, que Madre nuestra es.
Muchas son las flores de las
virtudes de Maria que debemos imitar, es humilde como una violeta, sobresale
entre los pobres del Señor, y Ella misma
dice en el canto del Magnificat que el Todopoderoso ha hecho grandes cosas en
su persona, porque se ha fijado en la humildad de su sierva, recibió a la
Palabra de Dios en su alma y en su cuerpo, y nos entregó a Jesucristo.
.
Y a Ti, Virgen del Rosario,
Patrona de El Rubio, te pido confiado en tu poder mediador: ¡ Ruega por
nosotros! Por tu valiosa mediación te pido Señora, que los rubeños vivamos cada
día más con fe y entusiasmo creciente en tu Hijo, y te damos las gracias porque
nos cuida tanto en la tierra como en el cielo.
Los rubeños no despiertan el
domingo de Romería porque difícil se hace coger el sueño, pero para quienes lo
consigue, será el estallar de cohetes y el repicar de campanas lo que les
anuncie que la Stma.Virgen del Rosario va a salir a la calle, ya todo es
ilusión en los más pequeños y alegría en los mayores, por fin verán cumplido su
mejor sueño: acompañar a la Virgen al Cerro, y así tras la carreta entre
cantes, bailes y también muchos rezos en
silencio, se inicia este domingo de Mayo.
Mis labios quedan
suspensos
Rosario para cantarte,
Se me hace un nudo
en el pecho
Que solo atino a
rezarte
Ella no va sola en el camino,
porque el rubeño sabe estar con Ella, quiere compartir su alegría desde el mismo momento que de la Parroquia
sale y colocada en su carreta de varales plateados, es arropada por todo el
pueblo que anhelante espera la salida, innumerables carrozas y caballería hasta
el Cerro le dan escolta, y en el camino hasta las espigas y amapolas se inclinan a su paso.
Cuando te asomas a las calles
de El Rubio, Señora, con esas hebras de sol de la mañana, son muchos los
corazones que te esperan y gargantas que
tu nombre repiten sin cesar.
Llegas Señora en
este amanecer
El Rubio despierta
estremecido
Eres nuestra vida
Y a tus plantas,
Señora
El Rubio se
arrodilla
.
La Virgen del Rosario despierta
amor en el rubeño. Señora he esperado un largo año para que el aire de tu ternura se meta en mis
venas, han sido Madre largos días de espera, para poder acompañarte a tu ermita
en esa mañana a veces fría donde vas derramando gracias como quien siembra
trigo que se mecen con los vientos de poniente, mientras se escuchan piropos y coplas de los que te acompañan en
el camino.
Ave María Gracia plena, el
rubeño se llena la boca rezándole a la Virgen, porque es romera de nacimiento y
rubeña de adopción, ante su Imagen, El Rubio llora de emoción y de gozo, porque
sabe que en María no se agotará en el mundo la fuente de la generosidad y de
entrega.
Pero María no deja que llegue
el desconsuelo, y cuando nos ve abatidos, vencidos, se asoma a nuestro corazón
un día como hoy, que nos mira desde su
altar, o desde el retablo de su ermita, volvemos otra vez a la letanía:
Consoladora de los afligidos, Auxilio de los cristianos, Salud de los enfermos.
Que cariño más peculiar a la
Virgen del Rosario, si hace falta el piropo, a Ti, que eres en sí la expresión
del Piropo, te cantará El Rubio el más original cantar de los cantares, porque
eres para nosotros la sal de nuestra tierra, eres letanía incompleta que se
acaba y se prolonga indefinidamente en las calles de El Rubio, por eso es
difícil no encontrar Tu Imagen en cualquier casa rubeña.
Virgen de la Luz, astro que
transforma la noche de la humanidad, proyecta tu resplandor en tus
cofrades para que, siempre contigo,
preparemos el camino que llega a Tu Hijo, convierte nuestra vida en un sendero
de esperanza que venza las dificultades del camino, haciéndolo remanso de paz.
Acudirán a besar tu mano, a
mirarte a la altura de tus ojos, cuando te bajan de tu altar
esos rubeños privilegiados, te cantarán los poetas y los ruiseñores, y
te alabarán con expresiones tan sencillas como “Madre” y “Guapa” los más
humildes de tus devotos.
Te rezará y llorará El Rubio
con las lágrimas de la emoción incontenible al verte en Tú ermita, y para Ti el
pueblo inventará la santa y justa expresión de su cariño, te dedicará su más
sincero y puro folklore, el auténtico, el sano y fiel a sus maneras.
La Virgen del Rosario cada año se entrega por unas horas a las
gentes de El Rubio para que se goce de su alegría y hermosura, el rubeño supera con esta
alegría el cansancio del camino, la ve como todos los años, esperando en una
bocacalle, o en Tahona, a veces entrando en la plaza ya de regreso, adivinando
su presencia por el ruido de sus campanillas y el cante que la acompaña
para finalmente quedar maravillado de su
belleza.
Eres Tú, Virgen del
Rosario
Fuente de Gracia
Divina
En tu cara se
adivina
El gozo sobre la
pena
Ilumina Señora
Con la luz que de
Ti emana
A los rubeños que
te acompañan
Van a tu vera, Señora, como
todos los años, aquí están los rubeños que quieren construir altares día a día,
aquí estamos Señora peleando contra la insolencia del olvido, aquí estamos
Señora, para aprender de tu ejemplo, que quisiéramos Señora, que el tiempo se
detuviera cuando el último rayo de sol y
Tú os encontráis a esa hora, y que este día
nunca acabe.
Señora, al aire saltará la
oración, el piropo, el baile de sevillanas,
cuando de regreso caminas por las calles de El Rubio como por la mar en
calma dejando tras de Ti estela de
alegría, mientras tu imagen navega sobre la mar de corazones rubeños dejando en
cada uno de ellos un recuerdo imborrable, a Ti Señora a la que también sienta
la noche como la mañana, cuando el sol te habla y piropea, ¡ Bendita Tú, entre
todas las mujeres!
Y llegarás Señora a la Plaza de
España, la que durante el día siente las caricias del sol, y desde allí hasta
la Parroquia todo El Rubio te acompañará, pues
pasará otro año para poder disfrutar de tu celestial belleza.
Vamos camino de la
Iglesia, la vuelta como en la ida, la
oración que sale de la garganta, la sevillana que sea bien cantada y que su
letra llegue al alma.
Volverás a la Parroquia que te
necesita el resto del año, donde te recibirá gozoso un pueblo, con fe
elemental, si queréis un pueblo parco en teología, pero te bendecirá con la
alegría de su amor, porque “el amor es la entrega por el encantamiento”, porque
todo es bueno si se hace para honra y gloria de Ella.
Ya es del pueblo la Virgen, de
sus hijos, que no de la Hermandad, dejadla con ellos, mezclada entre las
gentes, todo pueblo de Dios, todos hijos de Ella, porque se está cumpliendo de
verdad, aquello de “Bienaventurada me llamaran todas las generaciones”
María Señora del silencio, Tú
vives perdida y encontrada en el mar sin fondo del Misterio del Señor, eres
disponibilidad y receptividad, eres fecundidad y plenitud, eres atención y
solicitud por los hermanos, en Ti resplandecen la madurez humana y la elegancia
espiritual, eres señora de Ti misma, antes de ser señora nuestra, Madre del
silencio y de la humanidad.
Parece que todo quedó paralizado
en Ti, todo se identificó contigo, el tiempo, el espacio, la palabra, la
música, el silencio, la mujer, todo quedó asumido en Ti, y divinizado, jamás se
vió estampa humana de tanta dulzura, ni se volverá a ver en la tierra mujer tan
inefablemente evocadora, sin embargo, tu silencio no es ausencia, sino
presencia, estás abismada en tu Hijo, y al mismo tiempo, atenta a los hermanos,
como en Canaá.
Te pido Señora, que nos envuelva
en el manto de tu silencio, y comunícanos la fortaleza de tu Fe, la altura de
tu Esperanza, y la profundidad de tu Amor, quédate con los que quedan, y vente
con los que nos vamos, Madre Admirable del Silencio.
Señora de la Pascua, Señora del
Viernes y del Domingo, Señora de la noche y de la mañana, Señora del silencio y
de la cruz, del amor y de la entrega, Señora de la palabra recibida y de la
palabra empeñada, Señora de la paz y de la esperanza, Señora de todas las
partidas, hoy los rubeños queremos decirte “muchas gracias” Señora, por tu
completa disponibilidad de esclava, por tu pobreza y tu silencio, por el gozo
de tus siete espadas, por el dolor de todas tus partidas que dieron la paz a tantas
almas, muchas gracias por haberte quedado con nosotros a pesar del tiempo y la
distancia.
Dios te salve, Reina y Madre de
Misericordia, nuestra confianza en María ha de ser grande, por ser ella la
Madre de la misericordia.
Vida y dulzura, María es nuestra
vida porque ella nos obtiene el perdón de los pecados.
Esperanza nuestra, María es la
esperanza de todos.
A ti llamamos los desterrados
hijos de Eva, María está pronta a ayudar a quien la invoca.
A ti suspiramos gimiendo y
llorando en este valle de lágrimas, necesidad que tenemos de la intercesión de
María para salvarnos.
Ea, pues, señora abogada nuestra,
María tiene poder para salvar a todos.
Vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos, María es todo ojos para compadecerse de nosotros y socorrernos.
Y después de este destierro,
muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre, María libra a sus devotos de caer en el
infierno.
¡ Oh clementisima,
oh piadosa! Que grande es la
piedad de María.
¡ Oh dulce Virgen María! El
nombre de María es dulce en la vida y en la muerte.
María nos enseña las virtudes que
Dios aprecia en el hombre y que Ella dejó testimonio en la tierra, por lo que
podemos señalarlas como humildad, amor a
Dios y al prójimo, fe y esperanza, castidad, pobreza, obediencia, paciencia,
todas estas virtudes adornan a la Stma. Virgen y siempre su deseo ha sido que
fueran practicadas por todo el mundo.
Al hablar de las virtudes de
María aunque pudiera parecer que son pocas las cosas que de ella en particular
nos refieren los Santos Evangelios, sin embargo, con decir que es la llena de
gracia, es claro que Ella poseyó todas las virtudes, fue María de tal condición
que su sola vida es modelo para todos.
María está presente en El Rubio
en muchas advocaciones, El Rubio flota en la omnipresencia de María, de la que
recibe, como Andalucía toda, en la historia, en el arte, en la devoción
popular, su mejor razón de ser
Tu nombre María, eternamente
repetido a lo largo de los siglos, oración, cántico y paisaje de El Rubio, tu
nombre prendido de sus árboles como nidos de pájaros, tu nombre susurrado por
tantos labios, tu nombre cantado en ese templo universal que todos formamos y
que hoy me atrevo a repetir para que vuelva a sonar bajo este techo, la sublime
copla que El Rubio te canta en tus novenas.
Dios te salve, Reina
y Madre de misericordia
Vida, dulzura y
esperanza nuestra, Dios te salve
Y a Ti Virgen Bendita del
Rosario, Señora de mi pueblo, la que siendo Madre del Hijo de Dios, eres para
nosotros como niña que vimos nacer, a Ti Virgen de mis plegarias, de mi fe y de
mis oraciones, con este último verso quiero cerrar mi Pregón.
Ya sales de Tu ermita
Rosario soberana
Mientras El Rubio te
espera
Los romeros te cantan
Mezclando en sus
voces
Rezos y alabanzas
Todo el pueblo te
quiere
Y sabrá esperar un
año más
Para acompañarte en
el camino
Una y cien veces más
Eres candor y ternura
Eres de El Rubio su
guía
Señora que todo lo
puedes
No nos abandones a
nuestra suerte
Protégenos en todo
momento
También a nuestros
hijos y mayores
Y acompáñanos hasta
que disfrutemos
De esa Romería
Celestial
Junto a Tu Hijo y su
Padre
Con la esperanza de
allí encontrarte
Para poder seguir
llamándote
Madre
Señora, cuando llegue mi último
día, el día de la Misericordia, Tu sabrás disculpar cada una de mis miserias y
engrandecer hasta lo ilimitado cada una de mis pequeñas obras, hoy te miro a
los ojos, como ahora te miran todos los
rubeños, todos que se agolpan ante tu trono, y te diremos ante que María,
Madre, y así volvemos a la letanía: Madre del Salvador, Madre Santa, Madre y
Virgen
Virgen del Rosario el destino
nos ha unido esta mañana aquí, para que los dos de la mano demos testimonio de
la devoción mariana de El Rubio, pero como una imagen vale más que mil
palabras, mi voz callará cuando me aparte de este atril y el eco besará las
columnas de la Parroquia en señal de despedida, pero tu presencia perdurará en
el tiempo para recordar siempre a El
Rubio, que tu presidiste mi Pregón.
Te suplico Señora, me perdones
por la osadía de mi pregón, aún consciente de lo lejos que me encuentro de
aquel pesebre donde mejor puede uno en Tu grandeza comprenderte, sabes que este
alto honor que hoy gravita sobre mis hombros no me pertenece, que ha de volver
a Ti, para que día a día lo entregues a quienes son de verdad pregoneros de
Gloria, los que Tú ya conoces en la intimidad de sus tareas, que callando
humildemente trabajan para sus hermandades.
También te agradezco Señora,
que sean mis labios los que anuncien Tú tiempo sin lágrimas, Tú sabrás con tus
gracias, mejor que yo con mis palabras, agradecerles a quienes pusieron en mí
su confianza para que hoy yo fuera el pregonero.
Este Pregón está llegando a su
fin, pero antes de retirarme y combinando los elementos pasionales con los
gloriosos, quisiera despedirme representando a la Santísima Virgen de la
Esperanza con una apariencia distinta a
la acostumbrada, porque el pregonero no puede guardarse este vivencial romance
dictado por la emoción desde lo más sensible de su alma, conmovida a igual que
las vuestras, por las de tantos cofrades que ya gozan en la gloria eterna de la
presencia de la Bienaventurada Virgen María.
DESPEDIDA.-
Como todo en la vida tiene un
final, este pregón también, no sin antes pedir a Dios me absuelva de este
pecado, si se ha de considerar pecado todo aquello que de boca del pregonero
sale, como son estas expresiones de nuestra religiosidad popular, y lo que en
él haya de desacertado, atribuirlo a la impericia de este que habla.
Antes de terminar, permitidme
rubeños que mis últimas palabras sean en acción de gracias para Aquella a quien
he tenido presente a lo largo de este
pregón, para Aquella que desde su altar aquí en la Parroquia es dulce consuelo
y refugio de todos los que a Ella acudimos, permíteme Señora que mi lengua
torpe por esta infinita emoción que anuda mi garganta, glose la protestación de
fe de los rubeños.
Haz pues Señora, que seamos
siempre fieles hijos tuyos, bendice y no dejes nunca de proteger a mi pueblo que
te ama y venera a través de todas tus devotas advocaciones, que seamos cofrades
fervorosos de todas tus hermandades, nunca nos deje solos ni en la vida ni en
el trance supremo de la muerte, sino que acompañados por Ti, recibamos el premio de encontrarnos con Dios
para toda la eternidad.
Hoy mismo se abrirá el noble
corazón rubeño y se hablará del pregón: en familia, en los bares, en las
tertulias, espero y deseo halla llegado a vuestros corazones tal como del mío
ha salido, por ello me atrevo a rogaros a todos los que me habéis honrado con
el silencio que seáis magnánimos
conmigo, que solo soy un humilde romero de vuelta a casa, donde me espera el
abrazo de mi familia, y solo pido al tiempo que pare para poder soñar, soñar
que de verdad he estado aquí, para agradecer a los rubeños que hoy he sido su
pregonero.
Así lo creen y viven los rubeños, y así lo creo yo,
pregonero de ellos, por eso he hablado, y como dijo S.Pablo ”He hablado porque
he creído”
Yo, hoy, como dijo el Apóstol,
digo a todo El Rubio: he hablado porque creo.
He dicho.
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